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( Publicado en "La Revolución de la Bioingeniería", Fernando Mönckeberg, 1988,
Editorial Mediterráneo )


Por los extraordinarios avances que se están logrando en la manipulación genética de plantas y animales, ya se puede prever una nueva revolución en la producción de alimentos.

( Publicado en Revista Creces, Julio 1999 )

Dada la gran necesidad de órganos y tejidos para trasplantes y la escasez de donantes. Muchos grupos de científicos están investigando para poder producirlos en el laboratorio. A partir del cultivo de células del propio paciente. Ya se están logrando los primeros resultados.

( Publicado en Revista Creces, Mayo 1999 )

Las vacunas actúan entregando al sistema inmunológico (linfocitos) una información previa de un futuro agresor, de modo que cuando éste realmente llegue, sea rápidamente reconocido y disponga de todos sus armamentos preparados para el ataque y posterior destrucción del agresor. En el organismo, es el linfocito el que al entrar en contacto con la vacuna, produce anticuerpos específicos contra ese germen, de modo que si éste más tarde trata de atacar, los anticuerpos lo destruyen. Es por esto que las vacunas se preparan con los mismos microorganismos que producen la enfermedad, pero previamente atenuados o muertos.

( Publicado en "La Revolución de la Bioingeniería", Fernando Mönckeberg, 1988,
Editorial Mediterráneo )


Los caracteres que hemos heredado de nuestros padres y los que trasmitimos a nuestros hijos, están contenidos en cada una de las células de nuestro organismo, en el DNA. Es la llamada información genética. Podríamos considerar este complejo como una gran enciclopedia que contiene toda la información e instrucción como para fabricar un individuo completo y al igual que en ellas, las informaciones que posee el DNA, se organizan en tomos. Estos son los cromosomas. Todos nosotros contamos con veintidós pares de cromosomas, más dos destinados a determinar las características sexuales. A cada cromosoma, observables al microscopio para su identificación se le ha asignado un número, que en el caso de los seres humanos es del 1 al 22 y cada uno contiene aproximadamente 50 mil genes.

( Publicado en "La Revolución de la Bioingeniería", Fernando Mönckeberg, 1988,
Editorial Mediterráneo )


Las técnicas de ingeniería genética sin duda permitirán avances espectaculares en la eficiencia y rendimiento en la producción de los más variados productos microbianos. Sin embargo, es necesario recalcar que estos microorganismos, naturales o manipulados genéticamente, deben colocarse en un ambiente favorable tanto para su crecimiento como para la óptima expresión del producto buscado a fin de poder producirlo a nivel industrial. En efecto, el crecimiento microbiano depende tanto del genotipo como del medio ambiente en que éste se desarrolla. Este ambiente controlado y propicio al crecimiento microbiano se logra, ya sea en el laboratorio o en la industria, gracias a un instrumento especial, llamado fermentador (figura 1).

( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1997 )

A fines del año 1997, los lectores de Estados Unidos se sintieron sacudidos por un aviso de página entera que se publicó en los principales periódicos del país. Se ofrecían "Niños a la Orden", es decir, niños que se podrían encargar a voluntad de los padres. Los clientes, por métodos de ingeniería genética tendrían las características que ellos desearan: sexo, color de los ojos a elección como también color de la piel o cabello, de una talla deseada cuando adultos, o que no padecieran de enfermedades genéticas, ni fueran obesos, ni se les cayera el cabello prematuramente. Además, muchas otras condiciones intelectuales que ellos desearan. El aviso agregaba, además, un número telefónico para concertar una entrevista y una página de Internet para mayor información. En letra pequeña al final del aviso se daba la pauta de su objetivo real: Se trataba de promover la película de ciencia ficción próxima a estrenarse, denominada GATTACA (haciendo alusión a una secuencia de bases del DNA).

( Publicado en Revista Creces, Abril 1997 )

La noticia ha conmovido al mundo: fue posible, a partir de una célula de un mamífero, reconstituir un organismo entero exactamente igual al donante de la célula. Tal se logró con una oveja que se ha llamado Dolly, genéticamente idéntica a la oveja a la cual se le extrajo la célula. Se logró así un mellizo exactamente igual, pero nacido con una diferencia de seis años con respecto al otro.

( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1999 )

El biólogo Stuart Newman, de New York Medical College en Valhalla, y Jeremy Rifkin, un activista antibiotecnología, presentaron recientemente una patente para producir Un "humanzee". Se trata de una quimera producto de la fusión de genes humanos y de un chimpancé. No es que ellos quieran realizar esta monstruosidad, sino que por el contrario, quieren prevenir que otras personas lo hagan. Teóricamente es posible, ya que hace algunos años otros investigadores produjeron una quimera oveja-cabra, mezclando células embrionarias de una y otra. Producir una quimera hombre-mono no seria problema, dada la semejanza genética entre uno y otro. La patente que se propone ahora tiene además varias alternativas: hombre-mono, hombre-cerdo u otros animales.

( Publicado en "La Revolución de la Bioingeniería", Fernando Mönckeberg, 1988,
Editorial Mediterráneo )


Durante el presente siglo, mucho se ha avanzado en el tratamiento de las enfermedades infecciosas, pero poco en su prevención. Aún hoy son numerosas las enfermedades infecciosas que afectan a cientos de millones de seres humanos, y que son causa de elevadas tasas de mortalidad. Aún en los países desarrollados, las enfermedades infecciosas son causa importante de mortalidad, sólo superadas por las enfermedades cardiovasculares y cáncer, en el mundo subdesarrollado, continúan constituyendo la principal causa de muerte, especialmente durante los primeros años de vida. Las infecciones respiratorias y los trastornos digestivos agudos, matan anualmente más de 10 millones de niños. En 1984, fallecieron aproximadamente 400 mil niños de difteria, 5 millones a consecuencia del sarampión, 3 millones de coqueluche, 150 mil de poliomelitis, 300 mil de tétano y 4 millones de tuberculosis. La malaria sigue produciendo estragos (más de 3 millones de muertes al año), al igual que la lepra, la tifoidea, la hepatitis B, la meningitis, la enfermedad reumática, la rabia y la influenza. Las enfermedades de transmisión sexual, como la gonorrea, la sífilis, las infecciones por clamidia y el herpes, en los últimos años han aumentado su incidencia, aún en los países desarrollados.

( Publicado en Revista Creces, Abril 1999 )

No cabe duda que la clonación de un mamífero ha abierto la posibilidad de clonar también un ser humano. Ello ha provocado gran alarma y un rechazo general. Ante esta posibilidad varios países se han adelantado prohibiendo la clonación en humanos, e incluso limitando las investigaciones que utilicen embriones humanos. Sin embargo, no falta quien quiere hacerlo.

( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2001 )

Usadas en los grandes conflictos bélicos del pasado siglo y luego proscritas en acuerdos internacionales, el uso de agentes bacteriológicos de rápido crecimiento y malignidad es una amenaza que sigue vigente con técnicas mas refinadas de producción.

( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1987 )

En los últimos años, la biotecnología nos ha maravillado con adelantos que hace una década, parecían imposibles de lograr. Uno de estos revolucionarios avances ha sido la generación de energía eléctrica por los microorganismos. El principio es simple: alimentando estos microbios con glucosa - y dado la posterior degradación de ésta- se obtiene una fuente de electrones que en lugar de ser utilizada por el propio microorganismo, alimenta una célula receptora que genera la electricidad. Con ese sistema se puede alimentar una ampolleta de luz o la batería de un reloj pulsera.


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