El virus del Nilo también nos va a llegar
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2001 )

Sorpresivamente el virus del Nilo, que se encuentra en Asia y esporádicamente en algunos países europeos, atravesando el océano llego a Nueva York. Contagia a los humanos y produce algo similar a una gripe común, pero en unos pocos casos, esta puede ser muy grave y producir la muerte por encefalitis. Es transmitido por los pájaros migratorios, por lo que se espera llegue también a Latinoamérica.

No se sabe cómo, pero el hecho es que en el año 1999, llegó el virus del Nilo a la ciudad de Nueva York y encontró allí un ambiente propicio para expandirse, ya que infesta a los pájaros, y los que allí encontró nunca antes habían tenido contacto previo con el virus, (El virus del nilo llega a Europa). En ese año se detectó por lo menos en una docena de pájaros de diferentes especies. Se comprobó que los vectores del virus eran los mosquitos que, picando a los pájaros, los transmitían de unos a otros. La alarma se despertó cuando comenzaron a aparecer numerosos cuervos muertos en esta región y en ellos se detectó el virus. Del mismo modo que los mosquitos transmitieron el virus a las aves, también picaron e infestaron a seres humanos, pudiendo diagnosticarse en ese entonces 62 enfermos, de los cuales fallecieron siete.

En el verano recién pasado, se presentaron 18 nuevos casos, uno de los cuales falleció. Mientras tanto la enfermedad se ha detectado en más de 60 especies de aves y en una docena de mamíferos. En poco más de un año, la enfermedad se ha extendido a 11 Estados a lo largo de la costa del Atlántico y al distrito de Columbia. El ecologista Nicholas Komar del centro de Control y Prevención de Enfermedades en Fort Collins, Colorado, afirma que hay una alta posibilidad de que en los próximos cinco años, el virus se extienda hasta la costa del Pacífico. Según él, "no habiendo barreras naturales, es sólo cuestión de tiempo para que se extienda también a los países de América del Sur".


Características de la enfermedad

La mayor parte de las personas infestadas por el virus, no tiene idea de ello, ya que los síntomas son similares a los de una gripe. Pero para el 1 o 2% de ellos, la infección puede ser una desagradable experiencia por la gravedad de los mismos, pudiendo complicarse con una infección que afecte el cerebro (encefalitis). Para estos enfermos no se dispone aún de drogas efectivas y los médicos sólo pueden combatir los síntomas. Son especialmente susceptibles a estas complicaciones los mayores de 65 años. En los casos más llamativos, el 70% presenta dolores musculares que persisten hasta por tres meses. El 75% sufre pérdida de la memoria y en un 60% se acompaña además de confusión mental. En los mayores de 65 años, que antes de la enfermedad eran capaces de valerse por sí mismos, ya no pudieron seguir haciéndolo, perdiendo así su independencia (Science, Noviembre 24, 2000, pág. 1483).

El National Institute of Health ha tomado cartas en el asunto y está incentivando a diversos grupos de investigadores para que busquen drogas que sean efectivas en la fase aguda de la enfermedad. Así por ejemplo, un equipo guiado por lan Lipkin de la Universidad de California, ya ha publicado un trabajo en el "Journal of Infectious Diseases, en el que afirma que la droga "rivarin", que se usa actualmente para tratar la hepatitis C y varias otras enfermedades virales (Mejores perspectivas para la hepatitis B y C) impide la replicación del virus del Nilo en cultivos celulares. Los mismos autores ya han comenzado a tratar con esta droga a ratas infestadas. Desgraciadamente esta droga no atraviesa la barrera encefálica, que es lo que más se necesita.

Varios otros grupos están buscando diversas drogas que sean efectivas en cultivos de tejidos. Ya han sido ensayadas 41 drogas diferentes y por lo menos cinco de ellas tienen actividad antiviral. Desgraciadamente hasta ahora ha habido poco interés de la industria farmacéutica, ya que estiman que el mercado sería limitado por el escaso número de pacientes.

Mientras tanto, la empresa Ora Vax de Cambridge, Massachusetts, ha comenzado a estudiar la posibilidad de fabricar una vacuna. Para ello han estado utilizando las proteínas de envoltura del virus de la fiebre amarilla (obtenidas por ingeniería genética), a la que le han agregado genes del virus del Nilo. Esperan iniciar el ensayo en humanos en el curso de los próximos dos años. Aunque no parece práctico vacunar a toda la población para una enfermedad que parece rara, sin embargo sería muy útil para aplicarla a los mayores de 65 años, ya que ellos representan el grupo de mayor riesgo. Ojalá que la vacuna esté lista antes que el virus llegue a Chile.


Amenaza para la salud

La verdad es que los investigadores no pueden predecir cuán abundante puede llegar a ser el virus del Nilo, o cuán serio es el riesgo de extensión como para llegar a ser una amenaza para la salud pública. Al igual que la "encefalitis de St. Louis", que ocasionalmente aparece en el sur de Estados Unidos, el virus del Nilo es primariamente un virus de las aves, que se extiende por la picadura de los mosquitos. Como ella también se extiende a los humanos, caballos y a muchos otros mamíferos. Se infestan cuando un mosquito pica a un animal infestado y luego pica al hombre. Pero a diferencia de la malaria, la enfermedad se detiene aquí. El mosquito no trasmite el virus del Nilo de persona a persona, como sucede con la malaria. Esto pone un límite natural a la expansión de la enfermedad en humanos. Sin embargo, la dinámica de pájaros-mosquito-humano, produce brotes herráticos de la enfermedad. Así por ejemplo, los investigadores han estado estudiando la epidemiología de la encefalitis de St. Louis por 50 años, observando que la aparición de nuevos brotes es impredecible.

Algunos investigadores han predicho que los pájaros migratorios infestados, que escapan del invierno de Nueva York, pueden llevar rápidamente la infección a Miami y el Caribe. Hasta ahora, por esta vía, se ha extendido hacia el norte de Nueva York, en los Estados de Connecticut, Rhode Island, Massachusetts, Vermon y New Hampsshire, lo que ha tomado a muchos por sorpresa. Sólo a fines del verano, el virus comenzó a aparecer en el sur, a una distancia de 800 kilómetros de Nueva York.

El problema está en que no se sabe cuánto tiempo el pájaro infestado se mantiene saludable, como para que el mosquito pueda picarlo. En el caso de los cuervos, parece que es muy corto, ya que sorpresivamente se produjo una gran mortandad de ellos. Pero en otras especies de pájaros, el período puede ser más largo. Si el pájaro muere rápido, con él muere también el virus.

Pero aparte de los cuervos, se han encontrado anticuerpos para el virus en más de una docena de aves diferentes, incluyendo las gallinas. Aún no se conoce cuánto tiempo el animal puede permanecer saludable, ni cuán rápido se multiplica el virus. Por otro lado, tampoco se han individualizado las especies de mosquitos vectores. Hasta ahora, tres especies "Aedes" parecen ser los más susceptibles a transportarlo. Todas estas incógnitas no permiten hacer un pronóstico de cómo ni cuándo el virus podría llegar por estas tierras. Pero sí es cierto que va expandiéndose más rápido de lo que se pensaba.


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