Objetivo educacional del sitio web de CRECES
( Publicado en Revista Creces, Junio 2001 )
Con frecuencia oímos decir que "nada nuevo sucede bajo el sol", que "la historia se repite". Tal vez ello fue cierto en el pasado, cuando la génesis del conocimiento era lenta, y, lenta también la aplicación de los mismos. Pero ya no lo es hoy día, en que vivimos una verdadera revolución del conocimiento que lo está cambiando todo.
Lo que ha sucedido en los tiempos recientes, no tiene parangón con lo sucedido en el resto de la historia de la humanidad. Si bien es cierto que el hombre en su esencia parece permanecer estable, conservando sus ancestros biológicos y comportamientos, su entorno ha variado sustantivamente y continúa haciéndolo a una velocidad creciente. El dinamismo y los cambios son tales, que podemos afirmar que ya no es útil deducir nuestras acciones futuras de experiencias del pasado. Incluso muchos de nuestros principios básicos del pasado debemos considerarlos hoy sólo como referencia, ya que nos resulta evidente que la historia de la humanidad es un continuo cambio y no una repetición.
Lo más trascendente que haya ocurrido lo estamos viviendo ahora y ello ha sido la consecuencia del formidable avance del conocimiento y de sus aplicaciones tecnológicas. Por milenios la humanidad evolucionó muy lentamente. Los conocimientos nuevos se generaban lenta y aisladamente y eran escasas las transformaciones sociales derivadas de ellos. Repentinamente, y en poco más de una centuria, se ha generado un progreso abrumador, que está revolucionando no solamente las condiciones de vida, sino también nuestras creencias, hábitos y cultura. Más aún estamos impactando nuestro propio medio ambiente, que hasta hace muy poco tiempo nos parecía inmutable.
"Debemos reconocer que estamos viviendo un tiempo de tránsito de un estadio de conocimientos relativamente estables, como había sido hasta muy poco tiempo, a un estadio de saberes extraordinariamente abundantes y en rápida evolución".
El conocimiento y sus aplicaciones ha pasado a ser la base del desarrollo y del progreso. Desgraciadamente los beneficios de ello no han favorecido a toda la humanidad por igual, y es así como dos mundos coexisten. El mundo que tiene y genera los conocimientos ha logrado que su gente alcance niveles de vida no imaginados hasta hace poco tiempo. El otro, en cambio, ha permanecido ajeno a este proceso, y su gente permanece en condiciones de vida muy precarias.
Entre estos mundos estamos nosotros, en una situación paradigmática, en que debemos enfrentar el desafío del conocimiento y la educación como único camino para alcanzar el desarrollo. Este no es una meta en sí, pero sólo a través de él podemos lograr derrotar la pobreza, distribuir mejor la riqueza y mejorar la calidad de vida de todos. Esa meta pasa necesariamente por mejorar la calidad de la educación, y que ésta alcance a todos los niveles.
En el pasado el sistema de educación estuvo diseñado básicamente para preparar educandos para que más tarde pudieran insertarse en una sociedad simple, en la que preponderantemente iban a tener que realizar una labor física y rutinaria. En esa realidad la sociedad podía alcanzar algún progreso, aun cuando mucha de su gente joven no lograra desarrollar todas sus potencialidades y sus conocimientos fueran reducidos.
Pero la sociedad de hoy se ha tecnificado, se ha hecho en extremo competitiva y con un alto grado de complejidad, y exige cada vez más capacidades intelectuales, más información y más sólidos principios, si es que la persona pretende incorporarse como elemento útil en ella, y así lograr una familia y satisfacer sus legítimas aspiraciones.
Hoy el progreso de la sociedad depende de la educación alcanzada por todos y cada uno de sus miembros. En adelante la sociedad no podrá progresar si un porcentaje elevado de sus individuos no ha alcanzado los niveles adecuados de educación. Por ello se hace indispensable que los estándares educacionales se eleven en toda la población y no sólo en una fracción elitaria de ella.
Estamos viviendo en la sociedad del conocimiento, y éste se ha transformado en la herramienta de trabajo de cada uno: quien no alcance los conocimientos necesarios, no podrá aspirar a un ingreso suficiente y digno que le permita una adecuada calidad de vida. La mejor distribución del ingreso sólo se podrá alcanzar si más y más individuos logran más educación, más conocimientos y más destrezas. Es este el camino que los países desarrollados han seguido para mejorar la distribución del ingreso.
El enorme progreso de la comunicación alcanzado en los últimos años, sumado al enorme desplazamiento del hombre y sus productos, ha llevado a una globalización cultural y económica a nivel mundial, de la cual no podemos sustraernos. Ya no podemos sentirnos satisfechos si nuestros progresos educacionales sólo superan a los del mundo en desarrollo.
Solamente alcanzando los niveles educacionales de países desarrollados, es que podemos pretender ser competitivos. Ya no es posible alcanzar el desarrollo mirando hacia dentro, aisladamente del resto. "O nos insertamos con eficiencia en el mundo de hoy o nos tenemos que resignar a disminuir el ritmo de progreso o aun a retroceder en lo alcanzado.
Es en este contexto que el sistema educativo tiene que modernizarse y alcanzar con la mayor eficiencia a todos los niveles sociales. Diversos indicadores internacionales han puesto de manifiesto nuestro retraso. Es por ello que el Supremo Gobierno está empeñado en cambiar la situación, y ha emprendido la difícil tarea remedial, que necesariamente llevará muchos años. Se trata de una tarea compleja y permanente, en la que intervienen diversos actores, que deben conjugar su accionar y nadie debe sustraerse a ello.
CONIN, una corporación privada, sin fines de lucro, nació hace 25 años con el objetivo de contribuir, en una etapa primaria, a preservar del daño que la desnutrición producía en los individuos, especialmente durante los primeros años de vida. La desnutrición, junto a la pobreza crónica, al impedir que los afectados expresaran el total de su potencial genético, estaba condicionando los altos índices de fracasos y deserción escolar. En ello, nuestro país ha logrado avances sustantivos, aun cuando persiste la pobreza. Ahora es necesario concentrarse en la segunda etapa, destinada a elevar la calidad de la educación para todos.
CONIN, ha continuado colaborando en esta segunda etapa, eligiendo la opción de facilitar el acceso a profesores y alumnos al dinamismo del conocimiento nuevo. Para ello seleccionó un equipo de 22 docentes de diversas universidades que han elaborado el material que hoy inauguramos en este sitio web. Para ello ha contado con la valiosa colaboración de ENTEL, que puso gratuitamente a nuestra disposición su equipo humano y material que se requería para utilizar eficientemente su sistema de Internet. Tampoco habría sido posible sin la colaboración económica de la Fundación Andes, que creyó en nuestro proyecto y nos prestó su apoyo. También algunas empresas contribuyeron con recursos económicos: Nestlé, AFP Santa María, Laboratorio Chile, Laboratorio Andrómaco y la Universidad Iberoamericana de Ciencia y Tecnología.
Lo que hemos logrado hasta ahora, es la implementación de 1250 capítulos actualizados, que cubren las diferentes áreas del saber, como biología, física, química, física cuántica, electrónica, energía, geología, astronomía, ciencias del espacio, ecología, medicina, sicología, ciencias sociales, comunicación, antropología, recursos agropecuarios, forestales y del mar. Ello ya totaliza más de 9 mil páginas, en las que se describen los avances más recientes y trascendentales. Con esto, la labor no está terminada, dada la amplitud del conocimiento actual y su dinamismo. El propósito es continuar completándola y actualizándola, según lo vaya requiriendo el avance del conocimiento.
Lo logrado no se trata de una enciclopedia, ni tampoco de un texto de estudio convencional. En primer término, la información se ha elaborado de modo que los conocimientos complementen y actualicen los contenidos mínimos, elaborados por el Ministerio de Educación, conectándolo con las realidades del mundo actual.
En forma simple y amena, con la gráfica correspondiente, se entrega la información necesaria para que el alumno llegue a comprender la complejidad de la sociedad y los diversos factores que la condicionan, de modo que quede preparado para que más tarde continúe sus estudios superiores y finalmente se inserte en la sociedad en forma eficiente, como persona libre y socialmente responsable. Pretendemos que el resultado final sea un individuo culto, entendiendo por cultura, la suma de conocimientos necesarios para comprender lo complejo de la sociedad actual, más allá de su quehacer específico.
Se pretende además, que el alumno aprenda a buscar e integrar conocimientos de diferentes disciplinas y se familiarice con la metodología científica. Es así como en cada caso, se explica la forma en que se ha generado el conocimiento, para que comprenda la naturaleza perfectible de ellos, y el por qué de las disputas científicas que a veces han surgido. Se entrega además la información bibliográfica, por si el alumno o el profesor desean verificar o profundizar las disciplinas correspondientes.
A través del desarrollo de los diferentes capítulos, se pretende estimular el razonamiento, la capacidad de asombro y la creatividad del alumno, y de paso despertar vocaciones científicas, que el país necesita para su desarrollo. En definitiva, creemos entregar el material elaborado, como para contribuir a reemplazar el aprendizaje pasivo, por el aprendizaje participativo y activo, de modo que el alumno sea parte de él, y el profesor sea su conductor. Estamos orgullosos de más de cuatro años de trabajo, y ojalá que no nos hayamos equivocado.
Fernando Mönckeberg B.
Director