Para que conocer el genoma de la rata
( Publicado en Revista Creces, Agosto 2002 )

Ya se ha descifrado el genoma de varias bacterias. Luego le tocó el turno al genoma de la levadura, secuenciando sus 12 millones de bases (El genoma de una levadura: saccharomyces cerevisiae). El paso siguiente fue un organismo multicelular, la lombriz de tierra, que tiene 100 millones de bases (Creces, Enero 1999, pág.22). Recientemente se comunicó que se había logrado secuenciar los 160 millones de bases de la mosca de la fruta (Creces, Mayo 2000, pág. 6). Pero ahora se ha impuesto una nueva tarea, secuenciar el genoma de la rata, que tiene 3 mil millones de bases (casi como el genoma humano que tiene 3.2 mil millones de bases).

Para comenzar a trabajar Estados Unidos ha dispuesto un presupuesto de 130 millones de dólares para el año 2001. Diez centros de investigación ya se han matriculado para participar en el programa. La idea es terminar la tarea en el año 2005, con un costo que seguramente superará los 1000 millones de dólares. Paralelamente a ello, la empresa Celera Genomic ya comenzó en Abril del 2000, a secuenciar el mismo genoma por su cuenta.

La pregunta es, ¿Se justifica este tremendo esfuerzo con ese tremendo costo? ¿Por qué el interés de empresas privadas en igual aventura? La respuesta es muy clara, ya que conociendo el genoma de la rata, se contará con una magnífica herramienta experimental para lograr más adelante una valiosísima información para la medicina humana. Como sabemos, está próximo a anunciarse que se ha terminado de secuenciar el genoma humano, el más complejo y largo de todos. Pero lo que hasta aquí se ha logrado, ha sido sólo conocer la secuencia de las bases del DNA. De aquí para adelante queda una enorme tarea. Dentro de esa secuencia, hay que identificar aproximadamente 80.000 genes diferentes (hasta ahora sólo se conocen 6.000), y luego comenzar a conocer la función de cada uno de ellos, que sabemos que no actúan independientemente, sino en complejas combinaciones, dentro de los muchos y muy variados procesos celulares.

Todas las especies vivas de la Tierra tienen el mismo código genético, que utiliza las cuatro bases ya conocidas: adenina, guanina, citocina y timina (Creces, Abril 1999, pág. 32). Pero lo que ahora comienza a conocerse, es que no sólo el código genético es el mismo, sino que también muchos de los genes han persistido a lo largo de la evolución con funciones similares o parecidas, ya que el mecanismo de la vida es el mismo. Los humanos tenemos muchos genes iguales o parecidos a los de las bacterias, las levaduras o la mosca de la fruta. Ahora bien, la rata es un mamífero, por lo tanto es de suponer que debe tener muchos más genes iguales o parecidos a los de los humanos. Si queremos identificar todos los genes humanos y sus mecanismos de acción y las combinaciones en el actuar de varios de ellos, el conocer los genes en la rata es una etapa indispensable. Por razones éticas obvias, en el hombre no se pueden hacer las investigaciones necesarias para aclarar este complejo puzzle, pero sí se pueden realizar en la rata. Si se llegan a conocer los genes en la rata, se podrían fácilmente identificar los correspondientes genes y sus funciones en el humano. Es de suponer que la acción de esos genes en la rata debiera ser la misma o semejante en el hombre.

Cada día está más claro que en los genes radican todas nuestras enfermedades, sean éstas causadas por la falla de uno solo o de varios (Creces, Mayo 1999, pág.11). Son también los genes los encargados de regular el proceso del envejecimiento y en ellos están también las raíces de nuestro carácter y nuestra personalidad (Creces, Abril 1988, pág. 36 y Junio 1998, pág. 5). Cuando se llegue a individualizar cada uno y se conozca la forma de actuar de las combinaciones de ellos, no sólo habremos conocido las bases de todas nuestras enfermedades, sino también las posibilidades de tratarlas o prevenirlas o incluso la posibilidad de modificar conductas o tal vez llegar a prolongar la vida. Para ello falta tiempo, pero sin duda que la meta está clara, aunque tome cien años en alcanzarla. Por eso es que el conocer el genoma de un mamífero (la rata) aparece como tan atractivo.



0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada