Avance en la superconductividad
( Publicado en Revista Creces, Julio 2001 )

Una cosa es producir electricidad y otra transportarla a lugares distintos. Ello se hace a través de cables metálicos. El problema es que éstos ofrecen resistencia al flujo de la corriente eléctrica, lo que se traduce en una pérdida considerable en forma de calor. El ideal sería que no fuera así y que la corriente fluyera sin que hubiese pérdidas. Ello se ha logrado con metales puros, pero a muy baja temperatura, cercanas al cero absoluto (0 grados Kelvin). Esta propiedad es la que se ha llamado superconductividad (La superconductividad) .

Se ha encontrado una sustancia química que tiene esta propiedad a temperaturas más altas. El descubrimiento abre la posibilidad de fabricar cables superconductores a temperaturas más accesibles. Hasta ahora se había conseguido metales que se hacían superconductores sólo a temperaturas de menos 23 grados Kelvin.

En 1986, investigadores suizos descubrieron una nueva clase de cerámicas con óxido de cobre, que podían ser superconductores a temperaturas de hasta 100 grados Kelvin. Desgraciadamente estos materiales son caros y muy difíciles de usar.

Jun Akimitsu y sus colaboradores de la Universidad de Aoyama Gakuin en Tokio, han comprobado que el diborito de magnesio (MgB2) puede ser superconductor a una temperatura de 39 grados Kelvin. "Esta es la temperatura más alta a que un material no óxido de cobre, puede adquirir la propiedad de superconductividad", afirma Akimitsu (Nature, vol 410, 2001, pág.63).

El hallazgo es muy importante, ya que el MgB2 es fácil de trabajar a temperatura ambiente. El desafío ahora es averiguar el por qué el MgS2 adquiere esta propiedad. Si se logra explicar el mecanismo, se abren las puertas para seguir trabajando para llegar a conseguir la superconductividad a temperaturas más altas. Paul Canfield, de la Universidad del Estado de Iowa dice que con este material ya ha logrado fabricar cables superconductores. Pero aún queda camino por recorrer, ya que la meta es alcanzar la superconductividad a 77 grados Kelvin, que es la temperatura que se puede obtener con nitrógeno líquido, con lo que sería factible enfriar el cable. Si esto se logra, las aplicaciones serían casi infinitas, especialmente cuando se requieren circuitos de alta velocidad.



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