El milagro irlandés
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 2001 )

Como consecuencia del milagro económico irlandés, ahora en ese país se comienza a beneficiar la ciencia y la tecnología. Con ello pretenden consolidar el desarrollo autosustentable. De este ejemplo tenemos mucho que aprender.

Atrás han quedado los días en que la República de Irlanda era considerada como la nación pobre y tecnológicamente más atrasada de Europa occidental. En los últimos años ha conseguido un crecimiento económico explosivo que ha sorprendido a los países del mundo. Ha sido capaz de atraer a la isla Esmeralda a las grandes compañías multinacionales. Aun hoy en día la economía del "Tigre Céltico" está creciendo más rápido que cualquier otro país europeo.

De acuerdo a la opinión de John Travers, jefe ejecutivo de Forbas, organismo consejero y elaborador de la política de promoción industrial de ciencia y tecnología de Irlanda, "la prosperidad económica lograda es una buena noticia para la ciencia". Ahora, debido a su progreso, Irlanda planea invertir en investigación en los próximos cinco años, 1.5 mil millones de libras esterlinas. "Será una tremenda oportunidad para la comunidad de investigadores, como nunca antes lo había soñado", dice Travers.

Actualmente el gobierno está pronto a aprovechar los beneficios económicos del progreso. De acuerdo a Travers, el salir de la pobreza ha sido posible por la política que comenzó a implementarse en Irlanda hace décadas. En la década de los 50, muchos irlandeses estaban abandonando el país, en búsqueda de oportunidades en cualquier otra parte. Con la emigración de cientos de miles de personas, la población se había reducido a 2.6 millones de personas.

El creciente desempleo era el gran problema de su economía. El gobierno pensó que una posibilidad era incrementar las exportaciones y recibir a las compañías multinacionales con los brazos abiertos. Así en la década de los 50, comenzaron a modificar la legislación restrictiva para el desarrollo industrial, suprimiendo leyes que obligaban que al menos el 50% de la propiedad de las empresas debía estar en manos de irlandeses. Ello, sumado a la reducción de impuestos para las empresas exportadoras, inició el cambio. Más tarde en la década del 70 redujeron los impuestos de todas las industrias manufactureras y de servicios, a un 10%.

Ello gatilló el proceso de un flujo masivo de inversión de las multinacionales, que trataban de aprovechar las ventajas de los nuevos beneficios tributarios, además de la existencia de una fuerza de trabajo educada, y ansiosa de ingresar al campo laboral. Una a una con este anzuelo, fueron atrayendo a las empresas de Silicon Valey, siendo Microsoft la primera en instalarse en el año 1985.

Hoy en día se han instalado en Irlanda, más de mil multinacionales, incluyendo gigantes electrónicas, como Compac e Intel. Lo mismo ha sucedido con 17 de las más grandes industrias farmacéuticas. Allí ahora se fabrican las más prestigiosas drogas, incluyendo el Viagra de Pfizer.

También en las empresas irlandesas han aprovechado los beneficios (recuadro 1). Lo que es más sorprendente, ha sido el boom económico derivado de todo ello. Las estadísticas muestran progresos espectaculares. Entre 1995 y 1999 la economía ha crecido en un promedio de 9.3% al año, muy por sobre el resto de los países de Europa. Una empresa irlandesa, que irónicamente la llamaban el "Silicon Pantano", ahora exporta más software que cualquier otro país en el mundo, incluyendo los Estados Unidos.

Pero ahora, como consecuencia del mismo éxito, muchas de las razones que tuvieron las multinacionales para instalarse en Irlanda, ya no son válidas. Ya no pueden explotar los altos niveles de desempleo, que en la actualidad se ha reducido a un 3.7%. "Encontrar en Irlanda un buen personal, está haciéndose más y más difícil", dice Ronan Lambe, director de Icon Clinical Research, una compañía que necesita reclutar biólogos, matemáticos y científicos en computación, para manejar sus numerosos ensayos de investigaciones clínicas internacionales. "Yo creo que en la actualidad en Irlanda no hay ningún graduado desempleado. Incluso, tan pronto los estudiantes dejan el College, encuentran inmediatamente un trabajo".

Como consecuencia de esto, en los últimos años, los salarios se han estado incrementando espectacularmente. Una gran noticia para los que buscan trabajo, pero una amenaza para Irlanda porque aparecen otros países, como la India, donde los salarios son bajos y comienza a ser atractivo. "Nuestra actual dependencia de las multinacionales es peligrosamente alta", señala Tom Mitchell, director de Triniton College de Dublin. El piensa que existe el riesgo que las empresas migren, ya que ninguna de ellas está desarrollando investigaciones claves en Irlanda. "Ellas producen aquí sus manufacturas, algunas de las cuales son de baja tecnología y otras de alta, pero ninguna está desarrollando investigación.


Escasez de fondos de investigación

Rudy Burger, jefe ejecutivo de la oficina del "Media Lab Europe" (ver recuadro 2), está de acuerdo en estos riesgos. "Las industrias de altas tecnologías están haciendo un buen negocio en el trabajo productivo, pero no están buscando aquí la innovación tecnológica de punta. "Las estadísticas que señalan a Irlanda como gran exportador de software, son engañosas", señala Burger. La mayor parte del desarrollo del software no está en Irlanda. "No hay valor agregado en meter un CD en una caja".

El gran problema es que los fondos de investigación en Irlanda, siempre han sido muy escasos. La mayor parte de la investigación ha sido financiada a través de donaciones de la comunidad europea, o del Wellcome Trust, pero sólo para proyectos individuales. Recientemente ha habido pequeños financiamientos de agencias como Interprise Ireland, que es parte del Departamento de Industrias del Gobierno. "Pero ello ha sido desordenado y no consistente", dice Mike Jone, Decano de la Facultad de Ciencias del Trinity College de Dublin. "Allí hay gente que realmente no entiende por qué debe financiarse la investigación básica".

Para solucionar este problema el gobierno de Irlanda está ahora entregando un sustantivo apoyo a la investigación científica. Ha presupuestado destinar la suma de 45 mil millones de libras esterlinas para desarrollar la investigación en el período 2000-2006. Una parte de este recurso será asignado a una nueva organización llamada "Science Foundation Ireland" (SFI), la que destinará 450 millones de libras esterlinas a dos áreas prioritarias: Información y tecnología de la comunicación y biotecnología.

"Estas son las áreas donde van a suceder los más grandes cambios", dice Mitchell. Un país como Irlanda debe ser líder en ellas". Su potenciación fortalecerá su desarrollo. Si bien el objetivo último es desarrollar nuevas industrias, para lograrlo el SFI deberá también financiar la investigación básica. Así por ejemplo un equipo liderado por Ken Wolfe en Trinity, contará con 2.8 millones de libras esterlinas para conocer el significado del orden de los genes en los cromosomas, y cómo funcionan. Igor Shvets, un físico de Trinity, recibirá alrededor de 3.8 millones para estudiar la superficie de materiales magnéticos con el objeto de construir aparatos spintrónicos (componentes que aprovechan el spin de los electrones) (New Scientist, Junio 16, 2001, pág. 13).

Con la iniciativa lanzada en 1998, llamada "Programas para la Investigación de Instituciones de Tercer Nivel", se proveerá dinero fresco que provendrá del Higher Education Authority de Irlanda. Ellos, más que a proyectos individuales, se han asignado a institutos por una suma de 170 millones de libras esterlinas. El objeto es construir centros de investigación de primera clase. Entre ellos, se construirá el nuevo Instituto Conway, en el University College de Dublin, que se concentrará en investigación interdisciplinaria de ciencias biológicas y biomédicas.

Irlanda también va a tener un nuevo consejo de investigación científica independiente. Fundado por el departamento de educación que se denominará National Research Council for Science Engineering and Thecnology, y que otorgará donaciones para proyectos.

"Esta es la gran dimensión que estaba faltando en Irlanda". "A ella podrán acceder todos nuestros científicos"; dice Mitchell, que será el director de la institución. Se espera también que con los nuevos fondos, se cuadruplique el número de científicos de postgrado. "Con todo aún estaremos por debajo de muchos países de Europa", agrega Jones. "Pero lo ya iniciado es un progreso".

"El mundo se nos está haciendo redondo, ya que nacen nuevas oportunidades de investigación en Irlanda. Se espera despertar vocaciones en buenos estudiantes, y que éstos se comprometan en investigaciones de alto nivel, asegurando así el futuro" de los "tigres célticos".

Pero navegar en este mar no va a ser fácil. Irlanda carece de infraestructura y está plagada de problemas locales, con un transporte público inadecuado, malas comunicaciones y malos caminos. Burger, que llegó a la capital hace siete meses señala: "había oído de lo rápido que estaba progresando Irlanda, pero cuando llegué al aeropuerto, pensé que me había equivocado de país. Su infraestructura era lamentable, y no se veía por ninguna parte la mentada prosperidad".

El gobierno tiene programas para mejorar los problemas de infraestructura, pero Burger piensa que ello va a demorar más de una década. "Fue una gran idea del gobierno de conquistarse Microsoft para que actuara como catalizador para atraer otras empresas. Pero da la sensación que se le puso poca atención a las consecuencias que el éxito iba a traer.


Miedo a la recensión

A los investigadores les preocupa ahora la recesión mundial que ha comenzado a hacerse evidente en el negocio de la alta tecnología. Algunas compañías comienzan a sentirse redundantes en personal. Algunos temen que el milagro económico irlandés comience a perder impulso. Los investigadores de las universidades están preocupados, ya que temen que pueda venir un bajón y el ritmo de desarrollo económico comience a disminuir. Preocupa que ante esa eventualidad se empiece a cortar el financiamiento, especialmente de la investigación básica. "Esperamos que el gobierno resista esta tentación", dice Mitchell. "Si perdemos la capacidad de reconstruir en tiempos de recesión, estamos cavando un profundo hoyo para nosotros mismos".

"Con todo, es importante señalar que los científicos, en general, están optimistas y piensan que pronto sonarán las trompetas de una economía que crezca en forma autosustentable". "Lo que ha pasado en los últimos dos años, respecto al apoyo de la ciencia, sostiene nuestro optimismo", señala Mitchell. "Tenemos plena confianza que ya hemos comenzado a producir los cerebros necesarios y que luego se manifestará el poder de ellos. "Tenemos que mantenerlos aquí y tenemos que entregarles los recursos para que expresen su potencial".

"Desde este punto de vista, éste es el mejor tiempo para iniciar una carrera científica en Irlanda. La gente joven interesada en ciencia se está comprometiendo en el momento indicado".



"Elan Corporation": una empresa que creció en Irlanda


Hoy en día es la mayor compañía farmacéutica en el mercado accionario irlandés, pero su comienzo fue muy modesto. Fue fundada en el año 1969 por Don Panoz, un empresario de Ohio, que antes había organizado la Mylan Pharmaceutical Corporation (ahora Mylan Laboratories) en Estados Unidos.

Había imaginado un nuevo y original método para controlar las dosis de drogas, pero el Comité Ejecutivo de Milán Corporation (donde trabajaba), no compartió su entusiasmo. Por ello preparó sus maletas, emigrando a Irlanda e instalándose en Relan, concentrándose en el desarrollo de la tecnología que había ideado.

Más tarde desarrolló un negocio en un pequeño laboratorio en Dublin y posteriormente utilizó las facilidades de manufacturación de una planta de Atholone. El negocio floreció, y después de ganar muchos contratos en Estados Unidos, formó una compañía farmacéutica en Giorgia en el año 1983. En los años siguientes, las dos empresas se fusionaron y pasó a ser la primera compañía irlandesa que flotó en el mercado accionario de Estados Unidos.

Elan demostró que el nuevo sistema de administrar drogas podría revolucionar los tratamientos. Por ejemplo, la compañía desarrolló un método controlado para liberar una droga útil en el tratamiento de la angina (Cardizem), con lo que consiguió un avance importante en el tratamiento para la hipertensión; el mercado para Cardizem se disparó. También fue el pionero en la producción de parches de nicotina para ayudar a los fumadores a dejar el hábito.

En 1996, Elan se embarcó en la investigación de nuevas drogas, compró una compañía farmacéutica en San Francisco, llamada Athena Naurocience, y comenzó a desarrollar drogas para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central como el Parkinson y la esclerosis múltiple. "Hemos sido reconocidos como líderes mundiales del programa para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer", agrega Tom Lynch, que actualmente es el vice-presidente.

Hoy día Elan tiene 4.500 empleados, principalmente en Estados Unidos y Europa Occidental, con ventas superiores a 1.4 mil millones de libras esterlinas. Lynch afirma que los bajos impuestos y la gran calidad de la fuerza de trabajo, fueron elementos claves en el desarrollo de su compañía y felicita al gobierno irlandés por su decisión de impulsar el desarrollo de la investigación científica en las universidades. "Esto significará un enorme flujo de gente talentosa", afirma Lynch. Agrega que Elan espera doblar su fuerza de trabajo en los próximos cinco años.



"Media Lab Europe": una empresa "caótica" que cruzo el Atlántico.

Una de las últimas adquisiciones tecnológicas de Irlanda, es una empresa que se define a sí misma como "caótica", "no convencional" y "anti Establishment". Se trata de la empresa "Media Lab Europe" (MLE), que se desprendió del Media Lab del Massachusett Institute of Technology en Boston.

El gobierno irlandés no sólo proveyó a MLE de las facilidades para instalar sus laboratorios, sino que además pagó más de 21 millones de libras esterlinas para ponerla en marcha. Más allá de esto, le ha buscado un pool de patrocinadores para financiar el trabajo, con el atractivo que ellos tendrían acceso a los resultados de las investigaciones y a los derechos de propiedad intelectual que resultaren. Dos patrocinadores claves, Ericson, el gigante en teléfonos móviles, y la empresa telefónica irlandesa Eircom, se han comprometido a contribuir cada una con 1.5 millones de libras esterlinas para su funcionamiento durante 5 años.

Hasta ahora MLE ha contratado 25 investigadores, y piensa llegar a los 200, cubriendo un amplio campo que va desde ingeniería electrónica a antropología. "Estamos buscando gente con pasión, con ideas propias y con visión", dice Rudy Burger.






Traducción del artículo aparecido en New Scientist, Junio 23, 2001, pág. 56.


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