La clonación en su forma clásica, no se puede desarrollar en las aves, ya que los huevos no se pueden sacar e implantar, como se hace en las clonaciones de mamíferos, señala Mike Fitzgerald de la empresa Origen Therapeutics de Burlingame de California. En lugar de ello, lo que se hace es cultivar células stem embrionarias del pollo que se desea multiplicar, para luego introducirlas en embriones de huevos fecundados, a poco que se produzca la postura.

Las células embrionarias indiferenciadas se inyectan dentro del embrión de un huevo recién puesto, con lo que se forma una quimera, es decir, un embrión con dos tipos de células: la célula propia del embrión del huevo recién puesto más las células stems (totipotenciales) del animal que se desea clonar (ver diagrama). Lo curioso, de acuerdo a lo señalado por Fitzgerald, es que el embrión resultante llega a tener un 95% de células provenientes de las stem cells inyectadas. Es decir, el resultado final no es una clonación en el estricto sentido de la palabra, pero resulta un pollo con el 95% de las características del pollo que se pretende multiplicar.

La empresa Embrex, ya ha fabricado una máquina que puede inyectar las células stems en el embrión que está en el huevo, en forma muy precisa como para no dañarlo, y a una velocidad de 50.000 huevos por hora. Por otra parte, las células stem del pollo que se desea clonar, pueden mantenerse congeladas. De esta manera, en meses o semanas, se pueden lograr millones de huevos de una cepa específica deseada.

Por ahora esta tecnología ha estado enfocada a clonar pollos seleccionados por ventajas genéticas, pero más adelante la técnica se podría también emplear para pollos genéticamente modificados, y así por ejemplo multiplicar pollos con el objeto que sirvieran para producir algún medicamento o producto biológico.