La intoxicación por arsénico
( Publicado en Revista Creces, Octubre 2001 )

Por largo tiempo se ha usado el arsénico como un veneno. Muchos afirman que Napoleón fue asesinado con arsénico (Creces, Julio 2000, pág. 10). En la famosa obra de teatro "Arsénico y Encaje Antiguo", las protagonistas utilizaban el arsénico para deshacerse de los viejitos. Ellas agregaban una cucharadita en un galón de vino, que luego ofrecían diariamente a sus víctimas. La realidad es que se necesita mucho menos para que su consumo sea fatal. Los científicos han demostrado que bastan cantidades mínimas de arsénico, como la que contienen muchas aguas de bebida en diferentes partes del mundo. La Organización Mundial de la Salud, afirma que la concentración máxima de arsénico en el agua de bebida no debe superar los 10 microgramos por litro, bastante menos que lo que usaban las protagonistas de la obra de teatro.

Son numerosos los estudios epidemiológicos que señalan que el arsénico en el agua de bebida puede causar cáncer a la piel, pulmones, hígado y vejiga. El año 1999 el National Academy of Science determinó que el beber agua con 50 microgramos de arsénico por litro, incrementaba en 1% el riesgo de morir por cáncer, lo que es similar al riesgo de los fumadores para el cáncer del pulmón.

El estudio más contundente se refiere a una población de 40.000 personas estudiadas en Taiwán, cuyas aguas contenían 170 microgramos por litro. El arsénico está en el suelo y desde allí filtra hacia las aguas subterráneas o hacia los pozos. Tal es lo que sucede en Bangladesh o Bengal, en que el suelo es rico en arsénico. En algunos lugares alcanza una concentración que varía entre 300 a 4000 microgramos por litro. Allí el riesgo no sólo es de cáncer que se puede producir a largo plazo, sino también de lesiones agudas de la piel y falla renal con muerte prematura (Creces, Octubre 1998, pág. 8).

El mayor peligro está en regiones de suelos ricos en arsénico, lo que es frecuente en zonas mineras. Desde allí filtra y se concentra en las aguas del subsuelo. Este proceso también se ha constatado en Argentina y Chile. En nuestro norte, los investigadores culpan al arsénico de las aguas del 7% de las muertes en los mayores de 30 años (Scientific American, Junio 2001, pág. 10).

En el estudio de Taiwán, la concentración promedio del arsénico en el agua, era de 170 microgramos por litro. Aunque en menor concentración, también el agua de bebida de varios estados de Estados Unidos está contaminada con arsénico. En ese país el nivel máximo tolerado en el agua es de 50 microgramos por litro. Los salubristas están tratando que se legisle y se rebaje a 10 microgramos por litro (valor recomendado por la OMS). Pero ello no es fácil, dado los intereses económicos comprometidos. El eliminar el arsénico tiene sus costos.

Cuando el arsénico contamina el agua de los pozos, como es el caso de Bangladesh, se pueden usar filtros que son efectivos por 20 años. En esos casos, el costo para suministrar agua limpia por un año, es de aproximadamente 15 centavos de dólar por persona-año. (Creces, Octubre 1998, pág. 8).


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