Sin embargo, podría ser que no se trate de enfermedades nuevas, sino mas bien a que los avances de la medicina, están permitiendo identificar gérmenes que siempre han estado presentes, pero que sólo ahora ha sido posible individualizarlos. Tal seria por ejemplo el caso del virus Ebola.

El epidemiólogo Patrick Olson y sus colaboradores del Centro Médico de San Diego (USA), sostienen en la última edición del libro titulado "Emerging Infectious Diseases", que probablemente el virus Ebola fue el culpable de la muerte de 300.000 atenienses hace ya 2400 años atrás, durante el sitio de los espartanos. Para hacer esta afirmación, los autores se basan en los escritos de Tucídides, en su libro de "La historia de la Guerra del Peloponeso". En el afirma que, durante el sitio de Atenas entre los años 430 y 425 antes de Cristo, fallecieron uno de cada tres atenienses, por una rápida enfermedad cuyos síntomas duraban menos de una semana. Todo comenzaba con fiebres muy altas, ampollas en la piel, vómitos biliosos, diarreas y ulceraciones intestinales y, finalmente, la muerte.

Según Olson, los síntomas y la evolución de esa enfermedad, son los mismos que ahora ha provocado la epidemia de Ebola en Africa, que produce una enfermedad conocida con el nombre de Fiebre Hemorrágica. Tal vez el hacinamiento existente en Atenas en aquella época, junto a las malas condiciones higiénicas, permitieron el contacto directo de las personas y la rápida extensión de ella. En todo caso, los síntomas descritos por Tucidides, no se parecen a otras enfermedades, como la peste bubónica ni la influenza, que podrían haber sido también las causantes.

Los científicos que han estado estudiando la epidemia de virus Ebola en Africa, piensan que ella se transmitió al hombre desde un animal. Específicamente el mono verde, que se sabe que es portador del virus Ebola. Curiosamente en frescos de las islas griegas de la época, están dibujados estos mismos monos verdes.