El virus era de la variedad H9N2, muy semejante al virus que en el verano de 1997 pasó directamente del pollo a humanos, infestando a 18 personas y matando a 6, lo que obligó a sacrificar millones de pollos en Hong Kong por el miedo a que la epidemia se extendiera. En este caso, los especialistas están preocupados, no porque se trate de un nuevo virus, sino porque estamos llegando al período en que podría desencadenarse una nueva epidemia de gripe en el mundo, la que podría ser de fatales consecuencias (Creces, Mayo, 1998, pág. 12).

En el siglo recién pasado, la humanidad ha conocido tres epidemias de gripe. Una en el año 1918, la llamada "gripe española", que mató a más de 20 millones de personas en la época en que aún no existían antibióticos. La segunda, "la gripe asiática", que en el año 1957 mató a un millón de personas, y la última en 1968, la gripe de "Hong Kong", que mató a 700.000 personas. Parece que las epidemias con nuevas mutaciones de virus se repiten con regular frecuencia. La Organización Mundial de la Salud, teme que estemos próximos a una nueva epidemia.

Si de pronto se produce una nueva mutación de éste u otros virus, sería un problema, ya que no existen vacunas. Fabricar una vacuna adecuada lleva tiempo, y disponer de ella en suficiente cantidad como para abastecer las necesidades de toda la población del mundo, es algo que también demora mucho tiempo.

Por ello es que este loro enfermo ha producido mucha inquietud. Mase y sus colaboradores recomiendan a los países que comercian "regalones", que adopten cuarentenas y procedimientos de vigilancia. (Journal of Virology, vol. 75, pág. 3490, 2001).