Contaminación por uranio empobrecido: Guerra del golfo
( Publicado en Revista Creces, Agosto 1999 )

Los proyectiles que se usaron en la guerra del golfo tenían en sus vainas uranio-238 (uranio repletado), sustancia muy peligrosa por la irradiación que produce. Ella probablemente es la culpable del "síndrome de la guerra del golfo", que afecto a miles de soldados americanos y que ahora esta también causando muchas enfermedades en la población civil de Irak. Preocupa que igual armamento se esta utilizando contra serbia, produciendo una grave contaminación en ese país.

Se ha denominado uranio depletado" (UD) al uranio que queda como subproducto cuando el isótopo-235 se extrae del uranio natural que se utiliza tanto como fuente de energía en los reactores atómicos, como también para la fabricación de bombas atómicas. El subproducto es lo que se ha llamado UD, que consiste en un 99.7% de uranio-238. Él está siendo utilizado para fabricar la vaina de los proyectiles, ya que aumenta notablemente el poder de penetración, convirtiéndola en un arma muy efectiva contra los tanques y los carros blindados. Es uno de los elementos más densos que existen en la naturaleza (casi dos veces más denso que el plomo), lo que la hace ideal para penetrar los blindajes.

El problema es que este uranio-238 (UD), además de su efectividad en romper los bundajes, con el impacto se activa, creando una nube de polvo de óxido de uranio que rápidamente se esparce y que es inhalado por la población. Según Mike Thorne, experto en uranio de la AEA Technology en Harwell, en Oxford, este uranio emite radiaciones alfa, que al penetrar en el organismo produce un daño similar al del plutonio. Es decir, daña las células, afectando su DNA, y por ello va incrementando el riesgo de cáncer en función del tiempo. También el UD emite las peligrosas radiaciones beta que dañan especialmente los riñones, donde su concentración llega a producir insuficiencia renal (emite dos millisieverts por hora). Por eso es que la US Oak Ridge National Laboratory, en el año 1989, recomendó reducir los límites máximos tolerables en los riñones de 3 microgramos a 0.3 microgramos (New Scientists, mayo 1, 1999, pág. 21).Lo que más preocupa es el efecto a largo plazo, ya que el Uranio-238 tiene una vida media de 4.5 mil millones de años. A menos que se logre eliminarla del medio, su efecto negativo sobre la salud persistirá durante todo este período.


Arma letal para la población civil

El UD se usó por primera vez en la Guerra del Golfo el año 1991. En esa ocasión, el Departamento de Defensa de USA utilizó alrededor de 860.000 proyectiles, conteniendo un total de 290 toneladas de UD, que se esparció en el medio ambiente. Del mismo modo, informes del Ministerio de Defensa de Inglaterra, señalan que por su parte esparcieron una tonelada de UD.

Los veteranos de esa guerra creen que la exposición al UD ha sido una de las causas del llamado "Síndrome de la Guerra del Golfo", una enfermedad que aún no tiene una explicación clara y que se caracteriza por una serie de síntomas diversos no bien definidos y que ha afectado a miles de soldados americanos que participaron en ella. Los científicos iraquíes también culpan al UD por el notable incremento de los casos de leucemia y nacimientos con malformaciones observados en el último tiempo en el sur de Irak. Sin embargo, los gobiernos americano y británico niegan estos hecho y afirman que no hay evidencias de que el UD haya dañado la salud del personal militar.

En 1991 Doug Rokke médico militar de USA viajó a la zona para ver la forma de limpiar el uranio el material bélico utilizado durante la guerra. Personalmente participó en el limpiado de 23 vehículos blindados que fueron afectados por proyectiles que por equivocación los habían impactado. Hoy, a los 50 años de edad, tiene graves dificultades respiratorias, problemas de la piel y daño renal. A él si que no le cabe duda que la causa de sus padecimientos se debe al UD. En su orina el uranio. está en una concentración 4000 veces más alto que los mínimos recomendables (0.1 microgramos por litro). "Es un crimen de guerra usar municiones con uranio, que necesariamente afectan a mujeres y niños de las zonas afectadas", dice Rokke.


Ahora se vuelve a usar en los Balcanes

Al igual que en la guerra contra Irak, ahora se ha vuelto a utilizar las municiones con UD contra Serbia. El Mayor General Charles Wald, Vicedirector de los planes y políticas estratégicas de USA, confirmó que los aviones A10 que han estado bombardeando Serbia, han arrojado igual tipo de municiones. James Brook afirma también que los aviones AV-8 Harriers y Abrams también han llevado iguales proyectiles. En esta ocasión, ni la QTAN ni USA han dada la información de cuantos proyectiles con UD han utilizado, pero allí hay en acción 40 aviones A10 y 6 Harriers. Cada uno de ellos está armado con cañones Gatling de 30 milímetros que pueden disparar 3900 proyectiles por minuto. Cada proyectil tiene 300 gr de UD. Ello permite calcular que cada avión Al 0 dispara 324 kilos de UD por minuto (New Scientist, Junio 5, pág. 20, 1999).

Los expertos ingleses del Atomic Energy Authority calculan que si se han inhalado 23 toneladas de UD (el 8% de lo que se disparó en la Guerra del Golfo), éste podría producir en función del tiempo, aproximadamente 500.000 muertes. Tan tremenda cantidad de víctimas teóricas a diferencia de la Guerra del Golfo, se explica por el hecho de que las actuales municiones utilizadas en Serbia se dispararon en áreas pobladas. En cambio en la Guerra del Golfo, la mayor parte de las batallas tuvieron lugar en el desierto a muchos kilómetros de las ciudades. Sin embargo, si en esa guerra no se alcanzó directamente a una gran población civil de Irak, su efecto alcanzó a sus propios soldados. En un informe publicado por el Ministerio de Defensa reconoce que sus tropas inhalaron UD, y que por lo tanto teóricamente se habrían afectado sus pulmones, lo que significará que a futuro, en ellos deberían incrementarse notablemente, entre otras enfermedades, los casos de cáncer del pulmón.

Ahora las tropas de la OTAN comienzan a entrar en Kosovo y los tanques que están preparados para entrar en acción también están provistos de los mismos proyectiles. Lo que es más irónico es que entran a un territorio ya contaminado por ellos mismos. Pero para los sufridos kosovares, que pretenden volver a sus hogares, lo harán a un lugar muy distinto al que dejaron, no sólo por la destrucción de sus viviendas y su entorno, sino también por la contaminación que quedó en la zona. A menos que se limpie de uranio, comenzará para ellos un nuevo sufrimiento.


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