Según David Evans y sus colegas de la OMS, estos datos permiten afirmar que cuando un país gasta menos de 80 dólares per cápita anual en salud, ésta colapsa. Dicho en otras palabras, del total de 191 países que reconoce la OMS, 41 gasta menos de 80 dólares, siendo en todos ellos su nivel de salud muy ineficiente. La conclusión para Evans es simple: bastaría incrementar el gasto en salud en 6 mil millones de dólares (en 0.3% del gasto mundial de salud), para que esos 41 países estuvieran sobre el límite, y por lo tanto mejoraran notablemente su situación de salud.

Esta cantidad de dinero debería usarse en comprar drogas para luchar contra enfermedades como la tuberculosis, el SIDA y la malaria, especialmente en las áreas rurales. Al mismo tiempo necesitarían una mayor infraestructura e invertir en otras medidas simples, como distribuir condones para impedir las enfermedades de transmisión sexual y disponer de mallas para mosquitos, para combatir la malaria. La peor situación estaría en Africa, India, Vietnam y en los ex países de la Unión Soviética.

Otra conclusión es que muchas veces países ricos demuestran ineficiencia en sus gastos de salud. Así por ejemplo, en el ranking de países, Estados Unidos aparece en la posición 72, Australia 39, Canadá 35 e Inglaterra 24.

Otros expertos piensan que estos datos de la OMS no hay que tomarlos muy en serio, ya que las estadísticas de los diferentes países no tienen igual valor o acuciosidad. Por ello parece prematuro llegar a preparar ranking de países con los datos actualmente disponibles. En todo caso, Chile aparece entre los lugares altos (32), aun cuando su gasto en salud no sea de los mayores, ni tampoco su nivel de desarrollo.