El cambio climático
( Publicado en Revista Creces, Enero 2002 )

Frente a un problema que ya se puede afirmar que no admite duda, hay dos alternativas: esconder la cabeza como el avestruz o enfrentarlo tomando las medidas pertinentes. En el primer caso, puede que se haga la vida más fácil, pero sólo por un rato, luego la realidad se viene encima. En el segundo caso, hay que enfrentarlo con todos los esfuerzos y sacrificios que ello signifique. Este dilema es el que está sucediendo con la discusión del cambio climático, entre los escépticos que afirman que el calentamiento es sólo aire caliente, y los ambientalistas radicales que aconsejan comenzar a vender la casa en la playa antes que se la lleve el mar.

Pero la realidad es que ya hay suficientes evidencias de que la temperatura de la Tierra se está elevando, y que ello continuaría en el futuro. Así lo han comprendido los países industrializados que firmaron el Protocolo de Kioto, y que están dispuestos a tomar las medidas necesarias para controlar el efecto invernadero. La excepción es Estados Unidos, que es el principal emisor de anhídrido carbónico, y que está en una actitud reticente para corroborar dicho protocolo. El Presidente George Bush, por lo menos ha dicho que le ha pedido a sus consejeros que consideren algunas alternativas para reducir la emisión de CO2 (Enero 2002, pág. 41).

Pero ello incrementa la inseguridad, ya que los científicos generan investigaciones con una amplia gama de resultados, siendo difícil evaluar cuáles están bien hechas y cuáles son ciertas o cuáles merecen muchas dudas. Parece como una regla, que la gente tiende a aceptar aquellos resultados que coinciden con sus preconcepciones o sus intereses. Mientras unos afirman que probablemente la temperatura no va a seguir subiendo, otros afirman que para el año 2010 ésta se habrá incrementado en un rango que oscila entre 1.4 y 5.8 grados Celcius. En uno y otro caso las consecuencias serían muy diferentes.

En la práctica, el que el Presidente Bush rechace el Protocolo de Kioto, significa que éste se ha empantanado. Hay programadas otras reuniones para un futuro inmediato, y ojalá que se llegue a un acuerdo por parte de los países industrializados, lo que también interesa a los países pobres, que aun cuando no tienen gran responsabilidad en el calentamiento, también habitan en el mismo planeta y sufrirían las consecuencias con mayor rigurosidad.


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada