En el futuro se fabricaran drogas según las características genéticas de cada individuo
( Publicado en Revista Creces, Diciembre 1999 )
Resulta obvio que no somos todos iguales y esa desigualdad esta en nuestros genes. Nuestros genes son básicamente los mismos, pero dentro de un mismo gene de uno u otro individuo producen variaciones en la secuencia de las bases del DNA, lo que se traduce en características diferentes. En ocasiones, basta la variación en una base del DNA dentro de la estructura de un gene, para que se traduzca en diferencias entre las personas. Es lo que se ha llamado "polimorfismo de un nucleótido único" (Single Nucleotide Polymorphism, o SNPs). Se piensa que este tipo de variaciones individuales podría explicar el por qué algunas personas son más susceptibles que otras a adquirir una enfermedad, o por qué también puedan tener diferentes respuestas a drogas que habitualmente se usan en los tratamientos. En algunos individuos una droga puede tener un magnífico resultado, mientras que la misma en otros puede no tener ningún efecto. Otras veces una droga, que para la mayoría no presenta intolerancia, en otros puede producir una reacción muy adversa. La diferencia estaría en el SNPs.
Basados en estos conceptos, varias industrias farmacéuticas han vaticinado que en el futuro se iniciará lo que ellos llaman una "medicina personalizada", en la que se van a recetar drogas hechas para cada variación genética que posea cada individuo.
En este sentido, los resultados que se obtengan en Febrero del próximo año, cuando se entregue un borrador de la secuencia de bases del proyecto del Genoma Humano completo (secuencia total de las bases del DNA del genoma humano), se considerará sólo como un "consenso" de la secuencia de un genoma humano típico. Según David Bentley jefe de genética del Wellcome Trust´s Sanger Center, cerca de Cambridge, ello no basta, porque lo que realmente interesa no es el consenso, sino las variaciones individuales. Ese conocimiento permitiría entrar a la etapa de fabricar drogas de acuerdo a las variaciones encontradas.
Se estima que hay unos tres millones de SNPs distribuidos en la población humana y esos son los que se necesita conocer. Recientemente, con el objeto de comenzar a estudiar este SNPs, se han unido 10 grandes empresas farmacéuticas y pretenden, con un presupuesto de 45 millones de dólares, comenzar a identificar esas variaciones. Estas empresas son: Astrazeneca, Bayer, Bristol-Mayers Squibb, Hoffman-La Roche, Glaxo Wellcome, Hoechst Marion Roussel, Novartis, Pfizer, Searle y SmithKline Beecham. La idea es, primero colaborar en conjunto a identificar los SNPs y luego entrar a competir en la fabricación de drogas adecuadas usando la información recolectada (New Scientist, Abril 17, 1999, pág. 12).
El Sanger Centre de la escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en St Louis, y el Whitehead Institute for Biomedical Research en Cambridge, Massachusetts, van a ser los responsables de la identificación de los SNPs. Aquellos que parezca que podrían tener importancia médica serían posteriormente mapeados por el Human Genome Center de la Universidad de Santford, en California.
La labor ya la han iniciado, y han completado un proyecto piloto de tres meses mapeando los SNPs encontrados en el cromosoma 22. Según Bentley, ya tienen un buen lote de SNPs en su banco de datos.