Cerdos clonados para trasplantes de órganos
( Publicado en Revista Creces, Abril 2002 )
Son miles las personas que esperan recibir trasplantes de órganos, pero los donantes son escasos. Son miles los que fallecen cada día en la espera. Por ello se ha pensado en la posibilidad de trasplantar órganos de cerdos a humanos, pero ello no es fácil por el rechazo agudo y violento que se produce del órgano trasplantado. Sin embargo se esta trabajando para que esto no suceda. Algunos avances recientes abren esperanzas.
La demanda de órganos para trasplantes ha estado aumentando rápidamente, en la misma medida que han ido mejorando las técnicas quirúrgicas, los cuidados médicos y el desarrollo de nuevas drogas utilizadas para impedir el rechazo. Sin embargo los donantes de órganos no han aumentado en igual proporción, de modo que cada vez son más largas las listas de espera. En este momento, sólo en los Estados Unidos, 60.000 personas están esperando un trasplante, y lo más probable es que la mayor parte de ellos no lo va a lograr.
Es por esta razón que se ha pensado utilizar órganos provenientes de animales para ser trasplantados a los humanos (xenotrasplantes). Para ello se ha debido buscar aquellos animales que inmunológicamente sean más parecidos al hombre. La primera idea ha sido utilizar órganos de primates, dado que son los más cercanos al hombre inmunológicamente hablando (el chimpancé tiene el 97% de los genes semejantes a los humanos). Sin embargo, estos son difíciles de manejar y reproducir. La segunda alternativa, que parece más plausible, han sido los cerdos. Ellos son más fáciles de criar y manejar, y también tienen una gran semejanza inmunológica con el hombre.
De esto se ha venido hablando desde hace algunos años. Ya en 1992, por primera vez se logró un cerdo modificado genéticamente (se llamó Astrid), con el objeto de hacerlo más semejante al humano desde el punto de vista inmunológico. En ese entonces, su creador vaticinó que en los próximos tres años, ya estarían listos para el ensayo del trasplante en humanos (Trasplante de órganos y tejidos de una especie a otra) . Pasó el tiempo, pero ello no sucedió. De nuevo en 1998, se volvió a sostener que todo estaba listo para el primer trasplante de riñón. Pero tampoco nada sucedió. Es que los ensayos previos de trasplantes de órganos de cerdo a monos, evidenciaron un serio problema que no se había considerado: el órgano trasplantado despertaba en unas pocas horas una violenta e inmediata reacción inmunológica, que se denominó "reacción hiperaguda", contra la que no había nada que hacer, ya que se producía a pesar de administrar todo tipo de drogas inmunosupresoras. El tejido trasplantado era violentamente rechazado por una reacción vascular que terminaba en un bloqueo a la irrigación del órgano y muerte por falta de oxígeno (Trasplante de organos de cerdos a humanos) .
Las investigaciones han continuado, ensayando trasplantes de tejidos de cerdos a monos. Se ha logrado algún progreso, pero hasta ahora ninguno de los monos trasplantados ha logrado sobrevivir más allá de algunos meses.
Nuevos avances logrados
Se había determinado que la causa del violento rechazo estaría en que las células de los cerdos tienen en su superficie una sustancia azucarada que es la que induce la rápida e intensa producción de anticuerpos, lo que explicaría el rechazo hiperagudo, con destrucción del órgano trasplantado en cuestión de horas. (New Scientist, Enero 12, 2002, pág.7).
Con este antecedente, los investigadores pensaron que la mejor forma de prevenir este rechazo era impedir que se formara la sustancia azucarada que cubría la superficie de las células del cerdo. Se identificó una enzima llamada 1.3-galactosistransferasa (GGTA1), que es la que condiciona la formación del azúcar que se deposita en la superficie de la célula. Luego se identificó el gene que codificaba para la GGTA1. Con estos antecedentes se ideó producir cerdos transgénicos que carecieran de GGTA1. Para ello, utilizando la técnica de "knock out", que impide la expresión del gene respectivo, con la consiguiente formación de GGTA1 y su posterior depósito en la superficie de las células del cerdo. Para ello, mediante técnicas de ingeniería genética, se introdujo en el embrión de un cerdo, el gene antisentido específico para el RNA mensajero que llevaba el mensaje para la síntesis de la enzima (Cómo anular genes por la técnica de antisentido) , y luego éste se implantó en el útero de una cerda. Dos meses más tarde, dos grupos independientes de investigadores, comunicaron que había nacido un total de nueve cerditos transgénicos. Una de ellas fue la compañía biotecnológica "PPL Therapeutics". La otra fue la Universidad de Missouri-Columbia, cuyo equipo estuvo dirigido por Randall Prather.
De este modo han nacido cerditos hembras a los que les falta una copia del gene GGTA1. La próxima etapa es conseguir en ellos una nueva clonación para que se elimine la segunda copia del gene GGTA1. Los investigadores confían que cuando se logren animales con ambas copias inhibidas, no se debería producir la reacción hiperaguda de rechazo.
Este es el primer obstáculo
Una cosa es llegar a impedir que se produzca el rechazo hiperagudo, pero pasado este obstáculo, luego vienen otros. El sistema inmune es como un ejército bien organizado. Puede que se sobrepase una línea de defensa, pero luego viene otra. En este caso se trata de las células naturales asesinas, que si encuentran que el trasplante no calza inmunológicamente con los tejidos propios, pueden causar en él una coagulación masiva. Es lo mismo que sucede en el rechazo del trasplante de humano a humano, en que no hay coincidencia inmunológica. Según parece, ello es mediado por las células T.
En todo caso, es posible que si se elimina el GGTA1, este segundo rechazo no suceda. "Esperamos que eliminando el azúcar ya se hayan vencido varios obstáculos, incluyendo la coagulación masiva", dice Julia Greenstein de Inmerge BioTherapeutics. Pero aun cuando esto sucediera, hay que considerar que de todos modos se requeriría de la ayuda de una terapia de tolerancia, es decir de la administración de drogas inmunosupresoras.
De todo esto se deduce que lo que se ha avanzado es importante, pero aún se está lejos de que los xenotrasplantes sean posibles. Quedan todavía muchas preguntas, cuyas respuestas no están claras y que requieren más investigación. Por eso pareciera que el anuncio, con bombos y platillos, que hizo la empresa PPL Therapeutics proclamando a los medios de comunicación la clonación de cerdos que serían útiles para trasplantes humanos, ha sido desproporcionado y perjudicial para la comunicación de la ciencia. Claro que ello sirvió para que las acciones de PPL Therapeutics subieran un 44%.
Tal vez el xenotrasplante no va a ser posible
Muchos temen que el trasplante de órganos de cerdos a humanos no llegue a realizarse nunca. Existe el temor que junto con trasplantar el órgano, puedan también trasplantarse virus propios de los cerdos, que potencialmente desencadenarían nuevas enfermedades desconocidas, que potencialmente podrían también contagiar a otras personas. Se sabe que el DNA del cerdo, o cualquier otra especie, contiene virus endógenos, que podrían infectar a las células humanas.
Basándose en este temor, el Food and Drug Administration (FDA), hace algunos años, decretó una moratoria para los xenotrasplantes. Ello ha llevado a que se examine cuidadosamente los tejidos de los cerdos, en búsqueda de posibles retrovirus, pero hasta ahora todos estos estudios han resultado negativos, por lo que ha comenzado una presión sobre el FDA para que se suspenda la moratoria. Prather afirma que sus cerdos no tienen retrovirus en su DNA, y que si hubieran, también los pueden eliminar. ¿Demasiado optimismo?.