Se discute evidencias de restos fósiles de la vida primitiva de la tierra
( Publicado en Revista Creces, Junio 2002 )

¿El hallazgo de fósiles que parecen bacterias son realmente bacterias?. Esta es una pregunta que ha dividido a los investigadores. Ello ya se planteó hace algunos años cuando la NASA afirmó que se podían apreciar restos fósiles correspondientes a bacterias en el meteorito ALB84001, que provenía de Marte, y que había caído en la Antártida (Las posibilidades de vida en el planeta Marte). Ahora se vuelve a replantear al examinar antiguas rocas terrestres, que también se afirma que contendrían restos fósiles bacterianos, correspondientes al desarrollo primitivo de la vida en la Tierra.

Hace algunos años William Schopf de la Universidad de California, en los Angeles, dijo haber descubierto huellas filamentosas en rocas que se encontraban en la playa al este de Australia y que representarían a 11 tipos diferentes de bacterias. El hallazgo era muy interesante ya que las rocas tenían una data de 3.500 millones de años, por lo que éstas deberían ser las primeras bacterias aparecidas en la Tierra. Según Schopf, éstas corresponderían a cianobacterias fotosintéticas.

Recientemente el mismo Schopf ha estudiado las rocas con una nueva técnica, llamada "Análisis RAMA por láser", que consiste en hacer rebotar el láser en las rocas, con lo que se logra un mapeo, que según él, es idéntico al que se observa en moléculas orgánicas encontradas en otros fósiles. Schopf está convencido que esto prueba su hipótesis de que esas huellas corresponden a bacterias fotosintéticas.

Si él está en lo cierto, la vida primitiva en la Tierra debió haberse diversificado increíblemente rápido, ya que se piensa que las primeras bacterias se desarrollaron en la oscuridad, en las profundidades del mar, en las surgencias submarinas, alimentándose de sustancias químicas que allí se elaboraban (quimotrópicas, que no necesitaron de la luz solar). Si en esas rocas de 3.500 millones de años hay restos de bacterias fotosintéticas, éstas debieron aparecer casi tan pronto como cesó el último bombardeo de asteroides, que sucedió hace 3.900 millones de años. Ello también significaría que la vida también pudo haber tenido tiempo para desarrollarse en el joven planeta Marte durante su época húmeda.

Pero si bien Schopf está seguro que sus rocas contienen restos fósiles de bacterias, otros lo ponen en duda. Martín Brasier, micropaleontólogo de la Universidad de Oxford, afirma que las huellas encontradas por Schopf no tienen conexión directa con la vida. El afirma que esas huellas corresponden a vidrios volcánicos que se formaron en las surgencias marinas a cientos de metros de profundidad, lo que hace imposible que pudieran vivir allí las bacterias fotosintéticas, ya que a esas profundidades no llegaría la luz solar. De acuerdo a Brasier, las primeras evidencias de cianobacterias que se han encontrado, corresponden a una data de 2.700 millones de años, una época muy posterior a lo descrito por Schopf en sus rocas australianas. (Science, Marzo 8, vol. 295, 2002).

Probablemente la discusión continuará hasta cuando no se desarrollen tecnologías más apropiadas para examinar restos fósiles de tan larga data.


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