Los daños de la radiación pasan de una generación a otra
( Publicado en Revista Creces, Agosto 2002 )
Un estudio sugiere que aun los bisnietos de las personas expuestas a una radiación, heredarían un genoma inestable.
s de la radiación podían ser sorpresivamente persistentes. Es así como se observó que no sólo se incrementaban las mutaciones en las células directamente sometidas a una radiación, sino que también en las células descendientes de éstas y durante muchas divisiones posteriores. Los defectos genéticos son más comunes en los hijos de ratas expuestas a radiación, y también en las siguientes generaciones. El ritmo de aparición de mutaciones era también alto en ambas generaciones (Nature, vol. 405, pág. 37).
Actualmente los genetistas observan que aun la cuarta generación está afectada. Un equipo de la Universidad de Leicester, dirigido por Yuri Dubrova, tomó 20 ratas machos de tres diferentes cepas y las sometió, ya sea a una alta energía de neutrones por sobre dos horas o a rayos X, por 2 a 4 minutos. Luego fueron cruzadas con ratas hembras sanas hasta producir bisnietas de las ratas originales.
Comprobaron que el ritmo de mutaciones tanto en los descendientes hembras como machos, era tan alto como en sus ancestros irradiados. "Hay algo global que sucede y que afecta la estabilidad de todo el genoma", señala el equipo de investigadores. No se sabe cuál es el mecanismo, pero está claro el potencial daño a que están sometidos sus descendientes por varias generaciones.
Richard Setlow, un biofísico del Brookhaven National Laboratory, señala que en los estudios hechos a personas que sobrevivieron a las bombas de Hiroshima y Nagasaky, no se encontraron mutaciones bajo los niveles basales, pero ahora hay que observar con cuidado a sus niños y a sus nietos para ver qué les ha sucedido (Procceding of the National Academy of Science, vol. 99, año 2002, pág. 6877).