El problema de la transpiración
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2002 )

Los hombres no solo transpiran más que las mujeres, sino que además parece que transpiran por diferentes partes. Hay personas que transpiran más que otras y con más o menos olor.

El sudor es importante en el control de la temperatura del cuerpo y se estima que en condiciones normales una persona promedio pierde por la transpiración, aproximadamente 0.7 litros por día. Esta cifra varía de acuerdo a la temperatura y humedad del ambiente. De acuerdo a estas variables individuales y ambientales, una persona puede llegar a perder hasta 2.5 litros por hora. El hombre transpira el doble que la mujer. En nuestra piel existen aproximadamente 2.6 millones de glándulas sudoríparas, distribuidas por todas partes del cuerpo, excepto en los labios, los pezones y los genitales externos.

Existen dos tipos de glándulas sudoríparas. Las glándulas eccrinas que son las más numerosas y que se distribuyen en todo el cuerpo, particularmente en las palmas de las manos, en las plantas de los pies y en la frente.

Un segundo tipo de glándulas son las apocrinas, que se ubican en las axilas y en las áreas genito-anales. Estas glándulas no terminan en los poros de la piel, sino que en los folículos pilosos. Se caracterizan porque allí no sólo se vierte el sudor, sino que además éste contiene proteínas y carbohidratos, los que actuando con las bacterias de la piel le dan al sudor un olor característico. Este sudor es controlado a través del sistema nervioso simpático. De acuerdo a esto, el olor a transpiración, que para unos es más desagradable que para otros, se debe más bien a la falta de aseo permanente, que al sudor propiamente tal.

Un trabajo realizado por Kun Hawang y Sang-Ho, dos investigadores koreanos, describe que en siete regiones del cuerpo humano la densidad de las glándulas sudoríparas era significativamente diferente en los hombres con respecto a las mujeres (Acta Anatómica, vol., 158, pág. 112). Los hombres tienen más glándulas sudoríparas que las mujeres en las plantas de los pies y en la región umbilical. En cambio las mujeres tienen más glándulas que los hombres, en las palmas de las manos en los pulpejos de los dedos, los muslos, en la región anterior de las piernas y en la espalda.

Se ha culpado a los andrógenos de estar implicados en la transpiración, lo que podría explicar que los hombres suden mucho más que las mujeres puestos en condiciones similares.

Antes de la pubertad las diferencias en la sudoración entre los dos sexos son mínimas y en cambio son muy evidentes durante la pubertad. Los receptores para andrógenos se han identificado tanto en las glándulas sudoríparas eccrinas, como apocrinas.

Con todo, el ritmo de producción de sudor no parece ser dependiente de los andrógenos. J. Rees y S. Shuster, en un trabajo publicado en 1981 (Clinical Science, vol.60, pág. 689) concluyen que el ritmo de producción de sudor es inducido por los andrógenos sólo durante la pubertad, pero que no tienen un efecto directo durante la vida adulta.



(Tomado y modificado del artículo de Polly Miele, de Washington DC. New Scientist Agosto 31, 2002).


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada