El cuervo construye sus propias herramientas
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2002 )

Los cuervos de los bosques del Archipiélago de Nueva Caledonia parecen ser muy inteligentes, ya que son capaces de fabricar sus propias herramientas para conseguir sus alimentos. Esta habilidad, a pesar de su pequeño cerebro, esta mas desarrollada que en el chimpancé. Estos hallazgos están contribuyendo a entender la evolución del cerebro humano.

Los cuervos de Nueva Caledonia parecen ser muy inteligentes, ya que son capaces de construir sus propias herramientas. Han alcanzado estas capacidades sólo asociadas a animales con grandes cerebros. Incluso tienen una mejor comprensión de la forma y funciones de ellas que el chimpancé. Es raro que estas aves tengan esta capacidad con un cerebro tan pequeño. Según la antropología, los ancestros del hombre la adquirieron hace 1.5 millones de años, cuando según se cree ya el cerebro estaba bastante desarrollado. Ello se ha tomado como un hito en el proceso de la evolución humana, ya que esta habilidad significa haber llegado a una etapa de ser capaz de planificar y elaborar pensamientos abstractos. Otro hito sucedió más tarde, hace aproximadamente 100.000 años, cuando el hombre primitivo comenzó con la evolución simbólica del lenguaje. Si estas etapas son verdad ¿qué lugar ocupa el cuervo de Nueva Caledonia, que es capaz de fabricar sus propias herramientas?

En la Universidad de Oxford se están estudiando dos cuervos (Betty y Abel) traídos desde los bosques del archipiélago de Nueva Caledonia, un grupo de islas ubicadas en el Pacífico Sur, frente a Australia. Hasta donde se puede afirmar, esta especie es la única que es capaz de usar herramientas que ellos mismos fabrican. "Ello no es algo que hagan ocasionalmente, sino que por el contrario es la base de su sobrevivencia como especie, ya que necesitan fabricar sus propias herramientas para poder abastecerse de alimentos", dice Alex Kacelnick, un experto en el comportamiento de animales de la Universidad de Oxford. En su ambiente natural, ellos usan en forma repetitiva las mismas herramientas y las llevan consigo cuando se desplazan de un lugar a otro. Gavin Hunt, un biólogo de la Universidad de Auckland, durante la última década ha estado ocupado en observar estas curiosas aves y ha condicionado todo un completo muestrario de herramientas fabricadas por ellas: palitos que usan para sondear agujeros, elaborados ganchos para agarrar y punzones para empujar (ver figura).

Las herramientas más simples son palitos para introducir en grietas y hendiduras de la madera donde se esconden insectos u otras pequeñas presas. En ocasiones las aves toman estos palitos del suelo, pero a menudo los elaboran ellas mismas. Según Hunt, para producirlos, seleccionan los más variados materiales: la costilla central de una hoja grande y resistente, una hebra de un bambú, una astilla de un trozo de madera. "Estas herramientas las usan en diferentes formas según lo necesiten. Ya sea para utilizarlas con gran precisión o usarlas con la fuerza bruta", dice Jackie Champpell, un miembro del equipo en la Universidad de Oxford.

En general las usan como una extensión de su pico para extraer una presa. Otras veces utilizan una varilla con una punta doblada como un gancho para así agarrar la presa. Introducen el palito en alguna hendidura y esperan por una respuesta y luego lo retiran cuando sienten que la presa esta ensartada en la punta, como si se tratara de un anzuelo.

La forma como los cuervos elaboran sus herramientas es también muy inteligente, pero lo que más impresiona a los investigadores es lo que hacen con el gancho. El hecho de que el pájaro entiende la función de un gancho, es algo que interesa mucho a los investigadores. "Aun el chimpancé, nuestro más cercano pariente, no es capaz de captar esto", dice Hunt Gray. "Ellos no tienen la misma apreciación que nosotros tenemos acerca de las propiedades físicas de los objetos". Nuestros ancestros captaron esta idea sólo hace 80 mil años, cuando agregaron un garfio a sus herramientas. Un niño no se da cuenta de la utilidad de un garfio hasta que tiene dos o tres años de edad. Sin embargo, el cuervo lo usa regularmente y los fabrica en una variedad de formas y a partir de diferentes materias primas. Un gancho en forma de palillo de crochet, lo fabrica desprendiendo y quebrando una ramita de una más grande, dejando un pedacito para que quede como gancho. "Para esto usan una técnica especial. Ello no les resulta por casualidad" dice Hunt. Otras veces usa una hoja de viña silvestre, que en su base tiene un gancho. Para ello pelan cuidadosamente la hoja, hasta dejar sólo la varilla central. Es curioso porque este tipo de viña no es común en el bosque y el ave debe darse el trabajo de buscarla. Los punzones los fabrican a partir de una gran y resistente hoja, en que usando el pico la van cortando a lo largo de la fibra, haciendo cada cierto trecho un corte transversal, lo que al repetirlo en forma secuencial, le permite ir agudizando el instrumento hacia un extremo (ver gráfico). Es interesante constatar que siempre usan igual diseño de trabajo.

Es un misterio cómo el ave aprende cada una de las etapas de esta metodología hasta llegar a producir una herramienta completa. ¿Tendrán ellos, como la gente, una imagen mental de la herramienta antes de comenzar a construirla?.

Investigaciones recientes realizadas con el pinzón carpintero de las islas Galápagos, que puede decirse fabrica herramientas, pero en forma más rudimentaria, señalan que la genética juega un rol fundamental. No se sabe si este también sería el caso del cuervo en las islas de Nueva Caledonia, cuya tecnología es mucho más compleja. No es fácil imaginar que toda esta información deba estar previamente gravada en su cerebro. Más bien pareciera que aves más jóvenes van aprendiendo esta habilidad de las aves más viejas. "De ser así, ello obedecería a una compleja transmisión cultural, que se iría enriqueciendo individualmente" dice Kacelnick.


La herramienta correcta para el trabajo especifico

Esta capacidad de fabricar herramientas sugiere que en su cerebro hay un procedimiento más complejo de lo que se había pensado hasta ahora. ¿Pero cuánto más complejo? ¿Cuánto comprenden estos pájaros acerca de la naturaleza y propósito de una herramienta? ¿Es que es capaz su mente de formar una imagen antes de comenzar a trabajarlas? Estas preguntas son muy difíciles de responder con la observación de su comportamiento en su hábitat natural. Es por eso que ahora están Betty y Abel en la Universidad de Oxford, donde son sometidos a diversas experiencias.

Si estos cuervos realmente entienden la función de una herramienta, debieran ser capaces de escoger la herramienta correcta para una función específica. Así al menos lo han pensado los investigadores. En el laboratorio les ofrecen un set de herramientas, que contiene diez palitos de madera de diferentes longitudes. A su vez los pájaros pueden observar un trozo de carne que está contenido en el interior de un tubo transparente de plástico. Los cuervos pueden ver el trozo dentro del tubo y ven también el orificio superior. Al poco tiempo ellos toman uno de los palitos y lo introducen en el tubo por el orificio superior. No siempre toman el palito con la longitud adecuada, pero invariablemente llegan a escoger uno con la suficiente longitud o mayor, como para alcanzar el alimento.

En un segundo experimento le ofrecen a los pájaros un alimento contenido en un pequeño canastito puesto en el fondo de un orificio. La única forma de pescar este alimento, es con una herramienta que tenga un gancho en su extremo. A los cuervos le dan a elegir dos herramientas. Una es un palo largo y la otra un palo con un gancho en el extremo. "Su habilidad para seleccionar el instrumento adecuado es realmente impresionante", dice Champpell. Rápidamente eligen el palito con un garfio en el extremo y con ello demuestran que entienden algo de las propiedades funcionales de las herramientas.

Para llevar las cosas más lejos y ver la adaptabilidad a circunstancias extrañas, los investigadores diseñaron un experimento destinado a ver si las aves eran capaces de fabricar sus herramientas con materiales que ellos no habían visto antes. "Si son capaces de desarrollar nuevos diseños, estarían demostrando su nivel de creatividad y planificación "dice Kacelnick.

Puestos en esas circunstancias demostraron una capacidad de invención que asombró al equipo de Oxford. Abel, adelantándose tomó el alambre con gancho, dejándole a Betty sólo un alambre derecho sin gancho. Ella trató de usarlo, pero fracasó. "Luego sucedió algo absolutamente sorprendente", dice Kacelnick. Metió la punta del alambre en una hendidura de un disco plástico y tiró del otro extremo, fabricando así su propio gancho. Esta invención de Betty no fue una casualidad, ya que la repitió en nueve de diez veces. Con este instrumento fabricado por ella, pudo asir el canastillo y extraer el alimento (ver figura). Por el contrario, Abel no fue innovativo y tuvo que recurrir a la fuerza, robándole la herramienta que había fabricado Betty.


Como se adapta el cerebro

La pregunta de qué sucede en la mente de los cuervos es algo que va a tomar mucho más tiempo contestar. Lo que está claro es que ellos son capaces de construir sofisticadas herramientas sin que posean un gran cerebro o un lenguaje simbólico e incluso sin brazos. Esto puede ser una lección para entender cómo ha sido nuestra evolución. Tal vez nuestros ancestros que llegaron a fabricar herramientas no tenían, como creíamos hasta ahora, sofisticadas capacidades mentales. Un examen más profundo del cerebro de estos cuervos puede ayudarnos a entender los atributos que ellos necesitaron.

Una de estas condiciones puede ser la necesidad de un alto grado de lateralidad cerebral, es decir la necesidad de especialización de un lado del cerebro para realizar tareas específicas. Se piensa que la lateralización mejora la eficiencia del cerebro. "En el caso de los vertebrados, el lado izquierdo parece especializarse en procesos complejos, en tareas secuenciales", dice Hunt. Mientras más compleja es la tarea, mayor es la lateralización del cerebro. En las personas el lado izquierdo del cerebro controla el lenguaje y el habla y una consecuencia de la lateralización es que el hombre sea diestro. En ninguna otra especie es tan notoria esta preferencia para usar la mano derecha. Pero ahora aparece que los cuervos, a pesar que no tienen brazos, también son lateralmente diestros. Al examinar en los bosques de las islas de Nueva Caledonia, cientos de punzones fabricados por los cuervos, se encuentra que los cortes son siempre hechos por el lado izquierdo de las hojas. Es por ello que el equipo de investigadores piensa que el lado izquierdo del cerebro del cuervo sería el que ha desarrollado el proceso que los ha capacitado para fabricar herramientas.

En todo caso, el equipo de investigadores de Oxford piensa continuar con las investigaciones y están seguros que el estudio del cerebro y la mente de los cuervos puede llegar a dar muchos antecedentes que expliquen el desarrollo y estructura de nuestra propia mente. (New Scientist, 17 de Agosto del 2002, Pág. 44).


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