Los riesgos de la radiación en la estación espacial internacional
( Publicado en Revista Creces, Enero 2003 )

A pesar de que la NASA afirma que la Estación Espacial Internacional tiene mayor protección contra las radiaciones solares, que la antigua estación rusa (MIR), los niveles de radiación en su interior continúan siendo elevados.

El hecho es que los astronautas en el interior de la estación están sujetos a una radiación de alrededor de 1 millisievert por día, lo que equivale a la radiación natural que estaría recibiendo cualquier persona en la Tierra, pero durante un año.

El problema se incrementa notablemente si se piensa enviar astronautas más allá del campo magnético protector de la Tierra. "Si se pretende enviar dos cosmonautas al planeta Marte, lo probable es que uno de ellos fallezca", señala Marco Duarte de la Universidad Felipe II en Nápoles, especialista que estuvo estudiando los efectos de la radiación en la Estación MIR.

Tanto en la estación MIR, como en la actual Estación Internacional, se produce cuando los iones pesados rápidos provenientes de los rayos cósmicos chocan contra la superficie de aluminio, liberando una lluvia de partículas secundarias. Es cierto que para mitigar este efecto la Estación Internacional ha sido equipada con un escudo adicional de polietileno que contiene núcleos atómicos más livianos, lo que hace menos posible la liberación de neutrones cuando la golpean los rayos cósmicos. "Sin embargo, esto no parece haber solucionado el problema", dice Thomas Berger del Instituto Atom de Viena.

Duarte había estudiado a 8 astronautas que habían estado por 70 días o más en la antigua estación MIR, y encontró en tres de ellos alteraciones cromosómicas que podían estimarse como precancerosas. A partir de estos datos y de los niveles de radiación existentes en la nave es que Duarte hace sus predicciones. "El problema es que para disminuir sustancialmente la radiación habría que agregar un escudo que sería tremendamente pesado", señala Frak Cucinotta, jefe del grupo de NASA, que estudia las radiaciones de la nave espacial. (New Scientist, Octubre 26, 2002, pág. 8).


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada