Cuan serio es el síndrome respiratorio agudo
( Publicado en Revista Creces, Abril 2003 )

Frente a una nueva epidemia que comienza, es difícil predecir su curso. Así sucede con el llamado Síndrome Respiratorio Agudo (SARS), que por ahora parece haber concentrado el mayor número de casos en Toronto, Singapur y China. Desde allí se ha extendido a 26 países, pero en sólo siete ha producido más de 10 casos. ¿Cómo continuará su progresión futura, a que velocidad avanzará y hasta dónde se extenderá? Son preguntas que interesan a todos, pero que hasta ahora no podemos contestar con precisión. Sabemos que las epidemias virales que se trasmiten por vía respiratoria, pueden ser de muy rápida extensión, llegando a producir elevadas tasas de mortalidad. Basta recordar lo que ocurrió en el año 1918, en que una epidemia de influenza (la gripe española) que se extendió rápidamente, dio la vuelta al mundo y mató entre 20 y 40 millones de personas.

Más recientemente, en el año 1968, ocurrió otra epidemia de influenza muy virulenta (gripe de Hong Kong), que también se extendió rápidamente y mató aproximadamente a 700.000 personas. En el caso del SARS, según lo observado hasta ahora, no parece ser tan contagiosa. Los primeros casos se conocieron en China en el mes de Diciembre del 2002. Desde entonces su dimensión ha sido más lenta, concentrándose la mayor parte de los casos sólo en siete países, aunque algunos enfermos han aparecido en 26 países diferentes. Con la información disponible se puede concluir que el SARS es poco contagiosa en relación con las grandes epidemias del último siglo. Más aun, según los especialistas, son muchas las personas contagiadas que presentan síntomas muy atenuados.

Esta claro que el agente causal es un "coronavirus", pero no se descarta que también estén comprometidos otros virus y bacterias, especialmente las chlamydias, que se han encontrado en los pulmones de siete enfermos fallecidos. De todos los enfermos que hasta ahora se han hospitalizado en Hong Kong, el 93% se ha recuperado completamente. Los pocos que fallecen (7%), son ancianos y quienes padecen de otras enfermedades.

Joseph Stung de la Universidad de Hong Kong y sus colaboradores, en un trabajo recién publicado en Lancet, analizan la evolución y tratamiento de 309 enfermos en el Prince of Wales Hospital. Describen que la enfermedad progresa en tres fases. Durante la primera semana el paciente tiene fiebre alta y muy pocos otros síntomas. Entre 7 a 11 días se puede ver en la radiografía pulmonar que se está extendiendo una bronconeumonía. En la tercera etapa hay una destrucción pulmonar. Los autores recomiendan durante la primera semana, administrar altas dosis de la droga antiviral "Rivarin", con el objeto de disminuir los virus en el organismo. En la segunda fase, recomiendan esteroides para disminuir el daño inflamatorio de los pulmones (Science, pág. 714, vol 300, 2003).

Todo parece indicar que se trata de una epidemia menos virulenta que las conocidas durante este siglo. Sin embargo es muy posible que se continúe extendiendo pero a un ritmo relativamente lento, lo que no significa que por ello se puedan abandonar las precauciones tendientes a limitar la extensión de la enfermedad, especialmente mediante el aislamiento y cuarentena voluntaria de los enfermos.

Es poco probable que a corto plazo se pueda llegar a disponer de una vacuna. En tiempo récord (dos semanas), 10 laboratorios diferentes lograron secuenciar su genoma, constituido por 30.000 nucleótidos. Ello ha permitido observar que se trata de un virus que muta rápidamente, lo que significa que tiene la capacidad para eludir a las drogas antivirales y que también va a ser difícil llegar a desarrollar una vacuna eficiente. Lo probable es que tengamos que adaptarnos a convivir con este nuevo virus.



El director


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada