Una esperanza para atacar priones
( Publicado en Revista Creces, Abril 2003 )
Hay una posibilidad de llegar a encontrar un mecanismo para tratar a enfermos contaminados con la enfermedad de las vacas locas, producida por priones que destruyen sus neuronas. Se ha logrado producir anticuerpos que protegen a las lauchas de la enfermedad de los rasquidos de las ovejas (también producida por priones). Pero hay un problema: los anticuerpos sólo funcionan si se administran antes que aparezcan los síntomas de la enfermedad.
Hasta ahora en Inglaterra han fallecido 125 personas con la variable de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, que es la forma humana de la enfermedad de las vacas locas, mientras tanto se sospecha que otros siete pacientes tienen la enfermedad que es siempre fatal.
El anticuerpo desarrollado por el equipo dirigido por Simon Hawke del Imperial College de Londres, es capaz de eliminar los priones, la malvada proteína que destruye el cerebro de las personas que padecen de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, como también el cerebro de las vacas locas y el de las ovejas con la enfermedad de los rasquidos.
Hawke inyecta a ratas con un concentrado de priones provenientes de ovejas fallecidas por la enfermedad de los rasquidos. Un mes más tarde, las separa en dos grupos. A uno les inyecta el anticuerpo contra los priones, mientras a otro grupo lo deja como control. Encontraron que a las ratas a las que no se les había inyectado el anticuerpo, fallecían todas antes de 200 días. En cambio a las que se les inyectó el anticuerpo están vivas después de 500 días de observación. Más aun, después de sacrificar a estas últimas, Hawke no encuentra rastros de priones en sus cerebros.
Sin embargo, si el anticuerpo se les administra a las ratas cuando ya han aparecido los síntomas de la enfermedad, éste no tiene efecto. Estos resultados sugieren que en los humanos, el anticuerpo habría que administrarlo antes que aparezcan los síntomas (Nature, vol. 422, p. 80, 2003). Los autores piensan que ello se debe a que el anticuerpo es una molécula muy grande y que por lo tanto no es capaz de traspasar a la barrera hemato-encefálica. El problema es que para diagnosticar la enfermedad, ésta ya tiene que haber desarrollado los síntomas.
En todo caso es interesante saber que un anticuerpo contra los priones, es capaz de englobar a éstos, ya que de allí se podría encontrar algún tratamiento.