Efectos hormonales de las cremas solares
( Publicado en Revista Creces, Mayo 2003 )

La piel protege nuestros cuerpos y también se protege a si misma de las radiaciones ultravioletas. Las cremas para el sol ayudan, pero también tienen sus problemas.

Las quemaduras de la piel se producen cuando los fuertes rayos ultravioletas del sol (UV) dañan las células de las capas superficiales en la epidermis, mientras que en las capas más profundas se dilatan los vasos sanguíneos, con lo que ésta se enrojece. El resultado es la quemadura solar. La exposición continua al sol, obliga a las células de la epidermis a producir más melanina, el pigmento oscuro que le permite defenderse de los rayos UV. Si se acumula suficiente cantidad de melanina, la piel adquiere el tono tostado, tan deseado por las mujeres, y al mismo tiempo aminora los efectos de los rayos UV.

Contra los efectos de las radiaciones UV se usan las cremas solares, que contienen principios químicos que los filtran, disminuyendo así la injuria y estabilizando el tono tostado. Las cremas solares están etiquetadas en SPF, o factores de protección solar, que es una estandarización relativa hecha por el Food and Drug Administration de Washington. La piel comienza a quemarse después de 10 minutos de exposición solar. Cuando se protege por una crema solar SPF 15, significa que una quemadura comparable se va a demorar 15 veces más en hacerse evidente. Una crema con un SPF 30 va a retardar la quemadura a 30 veces más. En todo caso hay que tener presente que ninguna crema impide la total penetración de los UV.


Problemas de las cremas

El problema de las cremas solares, es el uso de diversos ingredientes químicos que fortalecen esta propiedad. Un equipo de investigadores suizos han detectado que muchos de ellos poseen efectos semejantes a los estrógenos, tan efectivos que al aplicarlos a ratas estas desarrollan francas anormalidades. La investigadora Margaret Schlumpf del Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Zurich, está ahora estudiando si estos mismos efectos se ven en las personas.

Son diversos los investigadores que han comprobado este efecto estrogénico de varias substancias químicas que se usan en las cremas solares, de modo que llegan a causar problemas en la salud. Al menos en animales se han comprobado efectos dramáticos, llegando a producir hermafroditismo en los peces. Más aún, algunos investigadores afirman que las substancias químicas de actividad hormonal contenidas en la orina de las mujeres que están tomando píldoras anticonceptivas, contaminan el ambiente y a ello se atribuye la disminución de los espermios, hecho que se ha descrito últimamente.

Schlumpf y sus colaboradores han examinado cinco substancias químicas comunes tanto en las cremas solares, como en la pintura de labios y otros cosméticos: benzofenona-3, homosalato, 4 metil-benzilideno camfor (4MBC), octil-metoxicianamato y octil-dimetil-PABA. Demostraron que todos ellos se comportaron como estrógenos en los tests de laboratorio, haciendo que las células cancerosas crecieran más rápido. Tres de ellos, al estudiarse en animales, produjeron efectos evidentes en su desarrollo. Sólo una sustancia química, un protector UVA llamado butil-metoxidibenzoil-metano (B-MDM), no mostró actividad (Environmental Health Perspectives, vol. 109, pág. 239).

Una de las más comunes sustancias químicas en las cremas solares, el 4-MBC, tenía un efecto particularmente intenso. Cuando los investigadores lo mezclaron con aceite de oliva y lo aplicaron a la piel de ratas, se observó que el útero les crecía al doble antes de la pubertad. "Esto fue preocupante, ya que se usó una concentración dentro del rango permitido para las cremas solares", señaló Schlumpf.

Nadie sabe si estas dosis son lo suficientemente elevadas como para provocar problemas en las personas, dice Schlumpf. “Aun no tenemos una evidencia cierta que constituyan un problema para la salud humana", dice Richard Sharpe del Medical Research Council en Edimburgo. Pero no es una buena noticia que nos estemos jabonando con cremas que tienen actividad hormonal.

Se ha demostrado que el 4-MBC y también otros productos químicos se acumulan en los peces de lagos donde nadan y se bañan las personas. Lo que más preocupa es que también se han encontrado en la leche humana a niveles de nanogramos por kilo de grasa. A Schlumpf le preocupa que la gran cantidad de cremas solares que se están usando en las playas, especialmente en niños, pueda incrementar dramáticamente la exposición a estas sustancias, produciendo también en ellos trastornos hormonales.

Schlumpf señala que hay otros 25 productos químicos que se usan en las cremas solares. En ellas debiera probarse la actividad hormonal. Finalmente los autores recomiendan no usar tantas cremas y señalan que una buena alternativa es el óxido de Zn, que también bloquea los rayos solares.


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