Según los astrónomos, hay algo allá fuera que constituye el 90% del universo. Pero desgraciadamente no lo podemos ver ni detectar, ni tampoco sabemos qué es lo que es.

¿No será ya tiempo que comencemos a dudar de las historias que nos cuentan los astrónomos? En este caso, la substancia oscura del Universo se parece mucho a otras substancias invisibles en la que por mucho tiempo los científicos nos hicieron creer, como fue el flogistón y el éter en el espacio. Ellos creían realmente en su existencia porque era la forma que cuadraba con sus hipótesis. Después se pudo comprobar que no existían y que esos fenómenos tenían otras explicaciones. ¿No será que también le ha llegado el turno a la substancia oscura?

Los físicos la inventaron hace unos 30 años para explicar el rápido giro de ciertas galaxias. Ellos argumentaron que debiera existir cierta clase de materia oscura, invisible a los telescopios, que debía estar proveyendo una cohesión gravitacional extra, impidiendo de esta forma que las galaxias se fragmentaran dispersándose en el espacio. La idea de que la mayor parte de la materia del Universo fuera oscura, parecía encajar con otras observaciones, particularmente la estructura a gran escala del Universo.

Pero a pesar de las muchas investigaciones, ningún centro experimental o científico ha podido detectar ninguna materia oscura en esa escala. Se ha teorizado que diversas partículas y sub partículas atómicas pudieran constituir esta materia. Se había pensado que uno de los más probables candidatos podría ser un tipo de partículas teóricas llamadas "Partículas masivas débilmente interactuantes" (WIMPS). Pero recientemente se ha puesto en duda su existencia, porque no calza con las observaciones de los astrónomos (New Scientist, Enero 25, pág 3, 2003).

Por ello comienzan a ser más fuerte las voces que sostienen que la substancia oscura no existe. Que hay que buscar una nueva hipótesis. Ello significa modificar la dinámica de Newton. Sus partidarios (MOND), piensan que en lugar de inventar nuevas formas de materia, deberían ajustar sus ecuaciones de gravedad, pensando por ejemplo que sus atracciones podrían perderse más lentamente con la distancia. De este modo habría en ellas fuerzas suficientes alrededor de las galaxias para mantenerlas juntas.

¿Hay que buscar entonces una nueva materia oscura, o una nueva gravedad? En la ausencia de evidencias en uno u otro sentido, ahora se enfrentan prejuicios más que comprobaciones.

Lo cierto es que los sostenedores de la teoría de la existencia de materia oscura no desean abandonar la idea de la gravedad convencional, creación de los dos más idealizados físicos de la historia de la humanidad: Newton y Einstein.

Por otro lado, a los partidarios de MOND no les gusta la idea de seguir postulando la existencia de bastas cantidades de substancia desconocida, o nuevos "plogistones", como ellos la llaman. "Es cierto que la ciencia necesita de hipótesis audaces, pero en este caso la relación entre hechos y fantasías es muy pequeña".

Pero con esto no se cierra la discusión. En el futuro puede que nuevas observaciones den alguna luz al problema. Tal vez el telescopio James Webb, sucesor del Hubble, pueda penetrar profundamente en las galaxias y mostrar que sus campos gravitacionales tienen una forma completamente diferente de la distribución de las estrellas y gases visibles. Esto sería un espaldarazo para los MOND, que sostienen que sólo la materia ordinaria es la única fuente de gravedad.

Pero tal vez puede que la materia oscura realmente exista. Para aceptarla tendría esta que detectarse en forma inequívoca, sean estos WIMP u otras partículas exóticas. Podrían detectarse en cristales de ioduro de sodio ubicados en el fondo de una mina, ya sea en Minnessotta o en Yorkshire. De llegarse a comprobar sería un descubrimiento fabuloso, pero ello no es fácil. No deberíamos olvidar el largo tiempo que se ha esperado para detectar los monopolos (La caza del Monopolo) o las ondas gravitacionales (Ondas Gravitacionales, Ecos del Universo). En este caso el problema es aun más complicado, ya que a diferencia de las búsquedas anteriores, en el caso de la materia oscura ni siquiera sabemos que queremos detectar. Podrían ser WIMP u otras partículas candidatas llamadas axiones, o muchas otras que se han postulado. Se necesitaría un diseño experimental que cubriera una amplia gama de masas y partículas. Ello se ve como difícil y muy costoso. Lo probable es que por mucho tiempo se continúe discutiendo si la substancia oscura del Universo es un mito o una realidad.