El Universo puede ser finito
( Publicado en Revista Creces, (A) Noviembre 2003 )
Un equipo de científicos ha anunciado recientemente, que del análisis de datos recogidos por una nave espacial de NASA, se deduce que el Universo seria relativamente pequeño y finito. Una visión interior como en un salón de espejo, nos habría inducido a pensar erróneamente que sea infinito y que se estaba expandiendo por siempre.
Desde que el hombre comenzó a contemplar el Universo, le surgió la pregunta de cual era su tamaño. El astrónomo egipcio Ptolomeo, en el año 140, sostuvo que el Universo era una esfera finita y que en su centro estaba ubicada la Tierra. Este concepto se aceptó hasta el año 1576, cuando el astrónomo inglés Thomas Digges sugirió que el Universo era infinito y que estaba lleno de estrellas como nuestro sol. Pocos años después, el filósofo Giordano Bruno, también sostuvo las mismas ideas. Sin embargo tuvo menos suerte, porque murió en la hoguera, condenado por la Inquisición Romana por sustentar tan heréticos conceptos (Giordano Bruno a la Hoguera por Disentir).
Pero hasta ahora no se ha podido aclarar la duda de si el universo es infinito, o solamente es muy grande. Aún en los mejores telescopios, sólo se puede constatar que el universo se extiende en una gran escala, sin llegar a conocer su límite, si es que lo tiene. Sin embargo, recientemente un grupo de científicos, analizando imágenes enviadas por una nave de NASA, el Wikinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP), que fue lanzada en el año 2001, han llegado a una conclusión sorpresiva: "los datos parecen coordinar con un universo que debe ser finito, y que además parece ser relativamente pequeño". Los censores de la nave midieron la temperatura de las ondulaciones en el "telón de fondo de las microondas cósmicas", las radiaciones que han quedado como testigos de la explosión del Big Bang (Los ecos del Big Bang en el Universo). Los astrónomos están interesados en evaluar cuan grandes son las diferencias en tamaño de esas ondulaciones, ya que esto revelaría información vital acerca del Universo primitivo, y de paso les podría señalar el tamaño del Universo de hoy día.
Muchos astrónomos sospechan que el universo es infinito. En tal caso la medición de las microondas cósmicas (CMB), debieran tener un rango de tamaño ilimitado. Las observaciones de las ondulaciones de pequeña escala del WMAP, coinciden perfectamente con la predicción de un universo infinito. Sin embargo, las observaciones en gran escala sugieren lo contrario. En ellas no hay tantas fluctuaciones de la temperatura como se esperaba. En las grandes escalas, las determinaciones realizadas por el WMAP, muestran que las ondulaciones casi desaparecen (ver fig. 1). De acuerdo al matemático Jeffrey Weeks, de Canton, New York, ello podría significar que el espacio no es tan grande ya que parece no soportar las extensas ondulaciones. Las vibraciones de una campana, no pueden ser mayores que la campana misma", dice Weeks.
Weeks y sus colegas, afirman que el análisis de los resultados de las determinaciones de WMAP, sugieren que el Universo no sólo es pequeño, sino que además está envuelto sobre si mismo en una forma muy bizarra (Nature, vol.254, pág. 593), lo que significaría que es finito.
Cúal seria la forma
Según piensa Weeks y sus colegas franceses, por los datos del WMAP, el universo estaría formado por doce lados iguales (dodecaedro repetitivo), donde cada uno tendría una forma ligeramente curva, de modo que en conjunto constituirían una estructura semejante a una pelota de football, con 15 pentágonos idénticos. Las caras opuestas de cada pentágono estarían asociadas: ellas en realidad serían lo mismo, de modo que una nave que volara en línea recta hacía un dodecaedro, volvería al punto de partida (ver figura 2). (Esta concepción es común en matemáticas; así por ejemplo los matemáticos a menudo pelan y aplanan una superficie bidimensional de un recipiente, transformándolo en un rectángulo en que los lados opuestos calzan con su análogo).
Según esta concepción, el universo sería como un hall de espejos que produciría múltiples imágenes de todo su interior. Por este extraño efecto, la luz de una determinada galaxia llegaría a la Tierra por dos caminos diferentes, de modo que la misma galaxia podría aparecer en dos partes diferentes del universo. En esta forma, nuestro universo aparecería como una repetición sin fin de dodecaedros. Si uno sale de la pelota de football a través de uno de los pentágonos, entraría a la misma región a través de la cara opuesta y estaría otra vez encontrándose con la misma galaxia, y esto lo haría una y otra vez (ver figura 2).
Si se confirma esta concepción del universo, significaría que sería relativamente pequeño, algo como una longitud de 70.000 millones de años luz. Mas aún, el universo sería más simple de lo que se ha estado elucubrando. Podríamos ver todo el cosmos y comprobar que no existen en él rincones escondidos donde las leyes de la física fuesen diferentes. Se podrían también eliminar las ideas exóticas como la inflación caótica, que sugiere que nuestro universo sólo sería uno de muchos que se están expandiendo más allá de nuestra vista (Las edades del tiempo), cada uno con leyes ligeramente diferentes.
También se desvanecería la paradoja filosófica de un universo infinito, tal como la extraña idea de que cada persona en la Tierra tendría un infinito número de dobles viviendo vidas paralelas en algunos de ellos. "Si llegáramos a demostrar que el espacio es finito, sería un enorme avance para lograr comprender realmente la naturaleza", dice Weeks.