Como Júpiter obtuvo sus lunas
( Publicado en Revista Creces, Agosto 2003 )
Hasta ahora había sido un problema no resuelto como los grandes planetas de nuestro sistema solar habían acumulado tantas lunas. Un grupo de químicos parece haber resuelto el problema.
En los últimos años los astrónomos han descubierto muchas lunas orbitando alrededor de los grandes planetas. Desde 1997, el rápido desarrollo de la tecnología de los telescopios ha incrementado grandemente la descripción de nuevos satélites en el sistema solar, llegando hasta hoy a un total de 128. A Júpiter que es el planeta gigante más cercano, se le han descubierto 60. Recientemente Scout Sheppard y su equipo de la Universidad de Hawaii han descrito 43 nuevos satélites. Pero aún quedan muchos por describir. Se calcula que Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano deben tener alrededor de 100 satélites cada uno.
Sólo 8 de las lunas de Júpiter están en órbitas cercanas regulares y circulares, y estas se habrían formado al mismo tiempo que los planetas. El resto están en órbitas elípticas irregulares y los astrónomos piensan que ellas en algún tiempo estuvieron alrededor del sol. Cuando las rocas llegan cerca de Júpiter, en sus primeros días ellas corren dentro de su capa de gas grueso, deteniéndolas lo suficiente para que permanezcan en sus nuevas órbitas. Pero hasta ahora nadie había podido describir las matemáticas de cómo esto sucedía.
El matemático Stephen Wiggins de la Universidad de Bristol y sus colegas químicos que estaban investigando en cómo los átomos se partían durante las reacciones químicas, decidieron echarle un vistazo al problema. "Las matemáticas de las moléculas que se dividen son muy similares a las del proceso de captura de lunas, pero al revés", dice Wiggins.
La simulación mostró que cuando una roca pasa a cierta distancia de un planeta, llamada la capa "caótica", pequeños roces son suficientes como para cambiar su trayectoria dramáticamente. Esto las ayuda a mantenerse en la capa de gas lo suficiente como para permanecer en órbita (Nature, vol.423, p.264).
Este trabajo también demuestra que las rocas que orbitan en la misma dirección que el eje de Júpiter, tienden a mantenerse mas cerca del planeta, haciendo probable el ser derribadas por las lunas regulares. Esto explicaría por qué Júpiter a diferencia de Saturno tiene tan pocas lunas "progrado". (Incola Jones. New Scientist, Mayo 17, 2003, pág. 18).