De acuerdo a su peso, es su destino: ser una estrella de neutrones o un hoyo negro
( Publicado en Revista Creces, Diciembre 2003 )

Un equipo de astrónomos ha identificado el hoyo negro más pequeño conocido hasta ahora, con sólo 20 kilómetro de ancho. Por su parte, otro equipo ha encontrado cuatro inusuales estrellas de neutrones, también diferentes a las conocidas hasta ahora. El descubrimiento de estos dos objetos tan diferentes, parece confirmar las predicciones que señalan que el destino final de una estrella depende de la masa que de ella quede después de explotar como una supernova: "o pasa a ser una estrella de neutrones, o se transforma en un hoyo negro". Para ello habría una masa crítica. Los astrónomos están satisfechos porque con estas dos observaciones completan la gama de masas de estrellas muertas que vagan en el espacio, y ahora entienden mejor el por qué del destino final de sus vidas (New Scientist, Septiembre 13, 2003, pág. 16).

Tanto las estrellas de neutrones, como los hoyos negros, se originan cuando al final de su vida, una estrella estalla como una supernova. El físico Robert Oppenheimer, antes de su trabajo de la bomba atómica, había demostrado en el año 1930, que el tamaño del núcleo que quedaba después del estallido, era crítico para lo que le sucedería después.

De acuerdo a los cálculos de hoy, si el núcleo remanente de la explosión, pesa entre 1.4 y 3 masas solares, va a formar una estrella de neutrones: una masa superdensa de neutrones, de unos diez kilómetros de ancho, con una maza central sólida de hierro. Pero si el núcleo que queda de la estrella pesa más de 3 masas solares, ninguna fuerza va a poder impedir que su propia gravedad lo aprisione hasta tal punto de llegar a formar un hoyo negro, tan denso que nada, incluso la luz, se puede escapar de su interior (Creces: “Los Hoyos Negros”, Octubre 2003, CD 4 (Sept.-Oct.-2003).

Gracias al último telescopio espacial de rayos X, los astrónomos han encontrado en nuestra galaxia, docenas de hoyos negros y estrellas de neutrones. Pero todas las estrellas de neutrones parecían extrañamente similares, midiendo cada una alrededor de 1.5 masas solares. A su vez, el hoyo negro más pequeño conocido, medía 5 masas solares. Es decir, entre 1.5 y 5 masas solares, había un rango que los astrónomos no habían podido llenar en su esfuerzo de coleccionar una escala completa de masas remanentes después del estallido en supernovas (ver gráfico).

Ahora Dawn Gelino y Thomas Harrison de la Universidad del Estado de Nuevo México en la Cruces, dicen haber encontrado un hoyo negro que calza dentro de ese rango faltante. Usaron los telescopios del observatorio Apache Point en Nuevo México y del observatorio Lick en California. Al observar un objeto descubierto en el año 1992, llamado J0422+32, que está a una distancia de alrededor de 8000 años luz de la Tierra en la constelación de Perseus, concluyeron que contenía un hoyo negro que tenía entre 3 y 5 masas solares, lo que lo hacía el hoyo negro más liviano conocido hasta hoy. Es decir, es el primer hoyo negro que tiene una masa de 4 masas solares, que parece ser el límite crítico para llegar a formar un hoyo negro (The Astrophysical Journal, en www.arxiv.org/abs/astro-ph/0308490). En un trabajo aparte, David Nice y sus colaboradores de la Universidad de Princeton en New Jersey, han descubierto cuatro estrellas de neutrones, con masas que oscilan entre 1.4 y 3 masas solares, lo que contribuye a llenar el rango que faltaba. De este modo los astrónomos se pueden quedar tranquilos al comprobar cual es el peso remanente después de explotar, según el cual pueden quedar vagando en el espacio como una estrella de neutrones o como un hoyo negro.


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