El cerebro derecho y el izquierdo
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1999 )

La mitología ha llevado a pensar que cada hemisferio cerebral desempeña funciones diferentes, lo que ha inducido a muchos escritores imaginativos a escribir libros que recomiendan estimular las acciones de un hemisferio y disminuir las del otro. Pero la ciencia esta señalando otra cosa.

Existe el mito de la asimetría de los hemisferios cerebrales. El izquierdo se supone que es el lógico, verbal y dominante, mientras el derecho es imaginativo, emocional y dominado. Dos personalidades en una sola cabeza, el Ying y el Yang, el héroe y el villano, dentro de una misma persona.

Pero esto no tiene nada de científico; es simplista y sin sentido. Hoy en día, se dispone de nuevos métodos de exploración de la función cerebral, como es el caso del scanner del cerebro, que permite analizar objetivamente qué regiones cerebrales se activan con determinados estímulos y cuáles son las posibles funciones que desarrolla cada hemisferio y el cerebro en general. Ello está logrando consolidar una visión menos romántica, pero más real. En todo caso, parece cierto que ambos hemisferios tienen, de alguna manera, funciones diferentes, pero complementarias (New Scientist, Julio 3 de 1999, pág. 26).

Gereon Fink de la Universidad de Dusseldorf en Alemania y John Marshall de Radcliffe en Oxford, utilizando la tecnología del scanner, llegan a la conclusión que la diferencia de los dos hemisferios está más bien en el estilo en que trabajan, mas que en características y funciones diferentes. Según ellos, el cerebro izquierdo se concentra en detalles. En él se desarrollan todas aquellas habilidades mentales que necesitamos para actuar en una serie de etapas discretas, o para fijarse en fragmentos particulares de lo que percibimos. Tal es el caso de como reconocer la cara de un amigo dentro de una multitud, o agrupar palabras para construir una frase.

Por el contrario, el derecho se concentra en los aspectos más amplios, en el fondo del cuadro. Los investigadores, para explicar las diferencias comparan a cada hemisferio con lo que cubre la lente de una cámara fotográfica. Un hemisferio mira como a través de un lente gran angular, mientras el otro capta como a través de un zoom. Es decir, uno tiene una visión más general, mientras el otro se fija en detalles.


Como objetivar los hallazgos

Para comprobar esta idea, los dos equipos de investigadores escanearon el cerebro a personas que estaban observando una serie de imágenes llamadas "letras navon". Estos son cuadros donde una simple letra, como por ejemplo una F, está hecha de letras más pequeñas (figura 1).

El procedimiento consiste en inyectar en la vena de los voluntarios una sustancia radioactiva que puede ser escaneada en el cerebro, ya que ésta se ubica en las zonas que se activan en determinados momentos, frente a determinados estímulos. Así se puede ubicar el área cerebral respectiva que se ha activado frente a un estímulo.

Mientras se realiza el scanner, a los voluntarios se les muestran las letras navon y se les solicita que señalen cuando se están fijando en la imagen global (la gran F), o cuando se están fijando en los elementos de ella (las S pequeñas). Sus respuestas se comparan con la imagen captada en el scanner.

"Los resultados son muy hermosos", señalan los investigadores. Cuando el sujeto se concentra en las letras pequeñas, se activa el hemisferio izquierdo del cerebro. En cambio, cuando se les pide que se concentren en la letra grande, se activa el hemisferio derecho (Nature, vol. 392, año 1999, pág. 626).

Esta observación que parece tan simple, converge con otras observaciones que convalidan estos resultados. Con la suma de todo ello, ya es posible descartar el mito del "cerebro dividido". Ese concepto había nacido en la década del 60, partiendo de trabajos hechos por el premio Nobel, von Roger Sperry de Caltech. En ese entonces, los neurocirujanos en un drástico esfuerzo por tratar la epilepsia, operaron a numerosos pacientes cortándoles el "cuerpo calloso", que es el grueso puente de fibras nerviosas que conectan ambos hemisferios. Este procedimiento quirúrgico reveló lo que Sperry describió como "dos esferas de conciencia" ubicadas en una sola cabeza. En el lado izquierdo el lenguaje y el estilo racional e intelectual, mientras que el derecho era inarticulado, pero provisto de habilidades espaciales especiales.

Pero ahora, disponiendo de la tecnología de scanner, Joseph Hellige un psicólogo de la Universidad de Southern California, ha hecho cambiar completamente este concepto, al observar que ambos lados del cerebro, cualquiera que sea la función, desempeñan una función activa y complementaria y carecen de propiedades específicas diferentes. "La diferencia estaría más en el estilo del procesamiento y no en funciones diferentes de cada uno". Así por ejemplo, utilizando el scanner, el lenguaje parece ser procesado en ambos lados del cerebro, en áreas pareadas de la corteza. Sin embargo, áreas del lado izquierdo tienen que ver más con la base del lenguaje, como la gramática y la producción de palabras, mientras que la intorción y énfasis corresponden al lado derecho. Pero el resultado final, es el lenguaje. Del mismo modo, el cerebro derecho trabaja bien con el sentido de espacio, mientras que la parte equivalente del izquierdo se activa cuando se tiene que pensar acerca de objetos en una particular localización.

Otros investigadores, como William Hopking del Berry College en Georgia, han adaptado diversos test para estudiar las funciones cerebrales en el chimpancé y baboons, y sus resultados igualmente sugieren que la diferencia de los dos hemisferios, también en ellos, son únicamente del estilo de procesamiento y no de funciones diferentes (Journal of Experimental Psycholoy: General, vol. 120, año 1999, pág. 45). Con ello comprueba también que estas características han estado presentes desde muy atrás en la historia evolutiva y que por lo tanto no son propias de la especie humana.

Con todas estas evidencias, Hellige llega a la conclusión de que la distinción entre los dos hemisferios es sólo lo que él llama de "diferencia de estilo de procesamiento", y que cualquier facultad mental se comparte en los dos hemisferios cerebrales, contribuyendo cada lado para lograr un todo complementario, negando que cada uno tenga funciones exclusivas. "Un cerebro inteligente es el que puede procesar, en el mismo momento, el aspecto global y el detalle", dice Hellige.

Con todo, hay que aceptar que el estudio de las funciones cerebrales está recién comenzando y que posiblemente en el futuro, el desarrollo de nuevas tecnologías va a hacer posible disponer de herramientas más precisas para llegar a determinar con mayor exactitud el complejo fenómeno del funcionamiento cerebral. En todo caso es obvio que hay que olvidar las caricaturas de funcionamiento dicotomizado del cerebro. Ello ha inspirado a muchos autores para escribir libros exhortando a las personas a que liberen su hemisferio derecho y que bloqueen la estéril influencia del izquierdo. Es que los dos lados del cerebro se complementan y de su interacción resultan las capacidades y la inteligencia que cada individuo posee.


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