La herencia del gran Khan
( Publicado en Revista Creces, Enero 2004 )

De acuerdo a un grupo internacional de científicos, el gran Genghis Kahn no sólo fue un gran guerrero, sino que además dejó una importante huella genética en la raza humana.

Un equipo de 23 investigadores de Europa y Asia han encontrado una notable similitud genética en el cromosoma Y que está presente en el 8% de los varones que viven en una extensa zona de Asia. Según concluyen los investigadores, basándose en la frecuencia y la variación de esta versión tan especial del cromosoma Y, ella se habría originado en un hombre que vivió en el Asia Central hace 1000 años. Los investigadores especulan que Genghis Kahn, el terrible guerrero mongol, que comenzó sus conquistas en las estepas del Asia Central hace 800 años, habría sido el padre prolífico, que 200 años después (por sus descendientes), envió el cromosoma en una amplificación sin precedentes.

En un estudio publicado este mes en el "American Journal of Human Genetic", Chris Tyler-Smith, un bioquímico de la Universidad de Oxford y sus colegas, buscaron la variación del cromosoma Y en 2123 varones que viven actualmente en Asia Central. Ya que el cromosoma Y sólo pasa de padre a hijo varón, proporciona una buena estimación del linaje masculino directo. Ellos encuentran esta variación en el 8% de los varones examinados. "El hallazgo nos sorprendió", dice Tyler-Smith, ya que ello significa que 16 millones de hombres que actualmente viven en Afganistán y el Nor-Este de China (uno de cada 200 hombres vivos) derivan de un simple linaje patriarcal.

"Esta alta frecuencia del cromosoma Y no puede atribuirse al azar", dice Tyler-Smith. "Necesariamente tiene que haber existido una circunstancia histórica" Genghis Kahn (1162-1227) es la figura histórica que podría explicar el hecho. El no sólo tuvo numerosas esposas, sino que además durante sus conquistas, comenzó a unificar a los mongoles, y para él se reservaban las mujeres más hermosas. Más tarde, por generaciones gobernaron el reino sus hijos y sus descendientes y en el año 1241 sus hordas alcanzaron hasta las afueras de Viena.

"Es difícil probar que esta particularidad genética haya ocurrido por un hecho histórico específico", dice Mark Jobbling, un genetista de la Universidad de Leicester en Inglaterra. "Sin embargo el estudio parece ser un buen ejemplo de un hecho histórico social que habría dejado un profundo impacto en la diversidad genética". (Science, vol. 299, de Febrero 21, 2003, pág. 1179).


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