Es bueno tener gusanos en el intestino
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1999 )
Una dosis no exagerada de gusanos intestinales previene las enfermedades inflamatorias del intestino. A esa conclusión han llegado Joel Weinstock y sus colaboradores de la Universidad de Iowa. Ellos piensan que muchos de los problemas digestivos inflamatorios son causados por la ausencia de parásitos intestinales. "Estamos viviendo en un ambiente artificial de compartimentos estériles, respirando aire estéril y bebiendo agua estéril y ello no es normal”, señala Weinstock.
Los investigadores suministraron a seis pacientes huevos de parásitos (ascaris lumbricoides) que posteriormente se desarrollaron en el intestino. Los resultados fueron tan espectaculares que ahora están planificando un ensayo en mayor escala. "Después de la segunda o tercera semana de tratamiento, en cinco de los seis pacientes desaparecieron completamente los síntomas”, señalan los autores. (New Scientist, Agosto 8 de 1999, pág. 4).
Parece que las enfermedades inflamatorias del intestino, entre las que se incluyen la colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohn, son producidas por una sobre reacción del sistema inmune. Los síntomas de ellas incluyen diarrea, dolores abdominales, obstrucciones intestinales o sangramientos.
A Weinstock le había llamado la atención el hecho de que en estos enfermos los síntomas inflamatorios del intestino se desencadenaban después de desaparecer la infección parasitaria. ”No hay que olvidar que hace 70 años, era casi normal tener parásitos intestinales, especialmente Ascaris lumbricoides o Trichuris trichuria. Hoy en día éstos han sido casi totalmente exterminados".
"Los parásitos han vivido en nuestros intestinos por más de 3 millones de años y seguramente el sistema inmunológico se desarrolló y se adaptó a su presencia. Ahora la ausencia de ellos hace que este sistema sobreactúe frente a agentes como el interferon-gama, que producen los macrófagos (células inmunes de la sangre)".
Los seis pacientes que se trataron con la administración de huevos de parásitos fueron seleccionados porque todas las otras medidas terapéuticas habían fallado, habían fracasado los esteroides y otras drogas que deprimen el sistema inmune. Sin duda que estos resultados, que son preliminares, son muy interesantes, ya que estas enfermedades no tienen otro tratamiento. Pero habrá que esperar la reconfirmación de ellos para llegar a preconizar tan peculiar tratamiento, que en todo caso no tiene gran riesgo, ya que existen drogas antiparasitarias muy efectivas.