Mas allá del implante coclear
( Publicado en Revista Creces, Febrero 2004 )

En Estados Unidos, dos mujeres sordas han sido las primeras pacientes que se han sometido al riesgoso procedimiento de un implante instalado en la base del cerebro. El aparato se ha diseñado para restablecer la audición, mediante una estimulación directa a los nervios. Dos intervenciones han sido realizadas recientemente y el resultado es auspicioso, aún cuando falta tiempo para evaluarlo con precisión.

Algunas personas sordas han recibido implantes que se han colocado justo afuera de la base del cerebro basal, pero estos no trabajan muy bien. Pero introduciendo las señales auditivas directamente a la base del cerebro, estos debieran funcionar mejor. Desgraciadamente el procedimiento es peligroso ya que a esta zona se juntan las señales que vienen de todas partes del cuerpo y que van de paso hacia el cerebro, de modo que cualquier daño de neuronas en esta zona puede ser desastroso.

La mayor parte de las sorderas son causadas por lesiones de las células peludas que detectan los sonidos y que están instaladas en el interior de la cóclea, en el oído interno. Los ya conocidos implantes cocleares, hacen un "bypass" a estas células y estimulan directamente al nervio auditivo (Sordera e implante coclear). Sin embargo estos no son solución para las personas que tienen un daño que afecta a la cóclea o al nervio auditivo. Esto es lo que sucede en una rara enfermedad llamada "neurofibromatosis tipo II", que produce tumores benignos en el oído interno. En estos enfermos, la única forma de restablecer la audición, es estimulando directamente la base cerebral mediante un instrumento no penetrante. Por lo observado hasta ahora, este les permitiría oír, pero no tan bien como para entender el idioma, ya que el implante no permite estimular separadamente los diferentes grupos de nervios correspondientes a los rangos o canales de las diferentes frecuencias.

Los implantes cocleares no tienen este problema porque los nervios correspondientes a las frecuencias audibles están esparcidos a lo largo de la cóclea. Estimulando los diferentes puntos en la cóclea es posible activar ocho o más canales, lo que es suficiente como para entender una conversación en el teléfono.

En este caso en que el aparato se implanta en la base cerebral, tiende a estimular un solo canal. Pero el cirujano Bob Shannon de la "House Ear Institute” en Los Angeles, espera que un aparatito con ocho electrodos de diferentes longitudes, que se insertan en la base cerebral, sea posible estimular individualmente a varios grupos de nervios y producir así varias frecuencias.


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