Rayos X ultra finos para destruir tumor canceroso
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2004 )

Pronto los médicos podrán usar rayos X para destruir los vasos sanguíneos que alimentan a un tumor cerebral, sin que con ello afecte los vasos del tejido normal. La idea es emitir más de 20 rayos X ultra-finos, en lugar de una emisión amplia de radioterapia convencional.

Obviamente estos microrayos, también van a atacar las paredes de los vasos sanguíneos saludables, pero sólo los que alimentan al tumor filtrarían sangre a través de sus paredes y se destruirían. Esto porque las células de los capilares de los vasos sanguíneos de tumores cancerosos, no se comunican entre si, de modo que el pequeño daño que sufre al ser atacados por estos microrayos no se repara. Es decir, "mientras las células cancerosas mueren, las saludables se reparan a si mismas (ver figura)", señaló Abraham Dilmanian del Brookhaven National Laboratory en Nueva York, en la reunión anual de la American Chemical Society.

El mismo Dilmanian, mostró hace un año, que la terapia de Rayos X con rayos pequeños en ratas, detenía el crecimiento de un tumor, causando sólo pequeños efectos colaterales. Ellos afectaban a las células de los capilares de tejidos cancerosos, y las mataban, creando espacios que filtraban sangre entre ellas. Ahora con el objeto de demostrar por qué sólo las células capilares normales sobrevivían al tratamiento, usó emisores de luz para marcar el flujo de sangre en las ratas. Encontró que ocho horas más tarde de la exposición a los microrayos, los capilares que rodeaban al tumor, comenzaban a filtrar sangre, mientras que a los del tejido normal no les pasaba nada.

Es que las células saludables se comunican constantemente, y cuando una de ellas era dañada, se elongaba y formaba un puente que cerraba el agujero (ver gráfico). Según Dilmanian, la comunicación es muy diferente entre las células tumorales, que no experimentan esta elongación. Su membrana no es normal y es incapaz de responder con estas elongaciones de comunicación. De esta forma las paredes del vaso filtran sangre y mueren los tejidos que ellos nutren.

Estos microrayos que reducen la radiación correspondiente a una terapia normal, no producen efectos laterales, como náuseas y caída del cabello, que son consecuencia del daño de células normales. Este tipo de radiaciones pueden ser muy útiles para el tratamiento de tumores cerebrales en los niños menores de tres años, ya que de otra forma, la radiación convencional mata muchas células.

Dilmanian, aplica los microrayos por milisegundos, usando rayos X de un sincrotrón (una máquina que se usa en investigación para enviar dosis poderosas de rayos X en un corto período de tiempo). En este caso los rayos son dirigidos al paciente, a través de un embudo y un tubo magnético, cortándolos en trozos por una máscara de tungsteno puesta frente a la salida del rayo.

El uso de estos microrayos que destruyen los vasos sanguíneos que irrigan un tumor, es similar al concepto del uso de drogas "anti-angiogénesis" de las que tanto se ha esperado para el tratamiento de tumores (Mejorar la irrigación del corazón). El autor piensa que la máquina ya podría estar en condiciones para emplearse en seres humanos, en los próximos tres años. (New Scientist, Abril 5 de 2003, Pág. 243).


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