Durante cinco años, Frederique Darragon, director de una fundación que construye escuelas en China rural, ha censado casi 200 de estas torres, que están esparcidas en todo el escarpado paisaje del sudeste de China y el Tibet. Ello con el objeto de filmar un documental.

Darragon no ha podido averiguar nada entre los lugareños, acerca del origen de estas estructuras, que en algunas partes del Tibet se conocen con el nombre de "Bdud khang" o "casas del demonio". "Tampoco los arqueólogos especialistas tienen idea de su significado o propósito", señala André Alexander, del Tibet Heritage Fund. Darragon tiene pensado tomar muestras del piso de madera y calcular la data por radioisótopos. Las que ya han sido analizadas, se ha confirmado que tienen varios cientos de años, y que incluso una de ellas se estima que fue construida hace 1200 años.

Ahora Darragon piensa destinar 45.000 dólares a la Universidad Sichuani en Chengdu, para el estudio y conservación de las torres.