La retractación aparece en la misma revista "Lancet" el 6 de Marzo del 2004. "Queremos dejar en claro que en el trabajo antes publicado, no se demostró una relación causal entre la vacuna triple y el autismo, ya que los datos fueron insuficientes", afirman los 10 autores.

Andrew Wakefield, autor principal de dicho trabajo, se negó adherirse al desmentido. El trabajo había sido publicado en el año 1998 y se refería a una docena de niños que habían sido vacunados con una vacuna triple (sarampión, paperas y rubéola), sugiriendo que existiría una relación causal entre esa vacuna y el autismo. Como era lógico, la noticia tuvo una reacción adversa en los padres, que se negaban a vacunar a sus hijos, lo que preocupó a las autoridades sanitarias por el riesgo que estos niños se contagiaran con alguna de estas enfermedades, que hasta entonces estaban muy bien controladas. Por ello se estima como muy bienvenida la retractación de 10 autores del trabajo.