Brasil y las armas atómicas
( Publicado en Revista Creces, Junio 2004 )
Se cuestiona nuevamente la efectividad del mecanismo de inspección de armas atómicas, después que el 4 de Abril del 2004, los oficiales brasileños impidieron la inspección de su nueva planta de uranio enriquecido.
A comienzos de este año, se le negó el acceso a la Agencia Internacional de Energía Atómica, para observar la centrífuga de una planta instalada cerca de Río de Janeiro. Ella se usa para producir uranio de bajo grado para reactores, la que puede fácilmente convertirse para producir uranio enriquecido de alto grado, que es la forma utilizada para la producción de armas nucleares. Las autoridades brasileñas argumentaron que la restricción al acceso era necesaria para proteger los avances tecnológicos del país y afectar a sus posibles intereses comerciales.
Se piensa que Brasil tiene la tercera reserva más grande de minerales de uranio el mundo y que también, desde hace décadas, pretende desarrollar armas nucleares. Hay preocupación porque puede vender uranio refinado a otros países. Entre sus clientes estuvo Irak, que durante la década de los 80 compró muchas toneladas de uranio.
El desafío brasileño, se interpreta como un doble estándar por parte de Estados Unidos: "tolerancia cero para países como Irán y Korea del Norte, pero una posición más relajada para sus países amigos".