La décima quinta conferencia del SIDA en Bangkok
( Publicado en Revista Creces, Julio 2004 )
El 11 de julio del presente año (2004), se llevó a cabo la décimo quinta conferencia del SIDA en Bangkok, Tailandia. Las estadísticas allí analizadas son cada vez más alarmantes, con 20 millones de muertos, 38 millones de infestados y millones de huérfanos.
El drama social y económico que están viviendo los países africanos, donde más del 30% de los adultos están infectados, no parece impactar al resto del mundo. Tal vez sea debido a que aún no se sienten las consecuencias en carne propia. Pero ya se está extendiendo con velocidad creciente a zonas ampliamente pobladas, como China, India y los países Asiáticos, y si allí se llega a cifras parecidas a las vistas en Africa, el impacto económico, necesariamente alcanzará al mundo entero.
La extensión en la India ha estado adquiriendo proporciones alarmantes y la prostitución parece ser el principal agente. Los datos oficiales señalan que ya hay 4 millones de personas contagiadas, pero los datos extraoficiales señalan que son más de 10 millones (El SIDA se extiende en la India).
En China la extensión está siendo la más rápida del mundo. Según cifras oficiales, los infestados entre los años 1999 y 2002, se han incrementado en más del doble, y se espera que para el año 2010 se llegue a más de 15 millones. Allí las causas son múltiples, siendo la más importante el elevado número de usuarios de heroína y el creciente comercio sexual. La población flotante de más de 100 millones de trabajadores, correspondiente a jóvenes que migran de las zonas rurales a las urbanas, están extendiendo la infección a todas las provincias. A ello se agrega la superabundancia de hombres jóvenes, con respecto a las mujeres, como resultado de la política de restringir la población, permitiendo sólo "un niño por familia". Como consecuencia, los jóvenes solteros están incrementando notablemente el comercio sexual.
Se estima que en la actualidad, más del 50% de los infestados tienen como causa el uso de aguas contaminadas por parte de los usuarios de drogas. Por otra parte, como consecuencia de la pobreza y la falta de cuidados higiénicos, se ha encontrado que más de 250.000 chinos, en siete provincias, se han infestado por la venta de su sangre, por la que percibían el equivalente a 5 dólares. Numerosas empresas juntaban la sangre de donantes, separaban el plasma, y devolvían los glóbulos rojos al donante de modo que podían volver a vender su sangre con más frecuencia. Por este concepto se estima que se infectó el 21%.
En la conferencia se analizó también el avance logrado en la búsqueda de vacunas. Si bien es cierto que se ha incrementado el número de investigaciones en torno a ellas, aún no hay nada claro y habrá que esperar varios años más para conocer la posible eficacia de los ensayos que se están realizando en terreno.
En China, se ha logrado que los niveles centrales de gobierno, consideren la gravedad del problema. Han anunciado un programa que promete la entrega gratuita de drogas antivirales para todo el que las necesite. Pretende iniciar un amplio programa educacional y promoción del uso del condón. Se incluye además la entrega de agujas limpias, gratuitas a los drogadictos y el tratamiento con metadona a los adictos a la heroína. Ha sido prohibida la venta de sangre en condiciones insalubres.
Pero no es fácil la implementación de estos programas en países de gran extensión y de alta población rural. Para ello se requiere una muy eficiente infraestructura de salud que efectivamente alcance al total de la población. No es fácil llegar a los 1.200 millones de habitantes de la India y los 1.300 millones de China, para educar a la población y detectar y tratar a todos los infestados. Cada uno de ellos debe ingerir diariamente cuatro drogas, tres veces al día y por toda la vida. Estas producen desagradables síntomas por su toxicidad, lo que frecuentemente lleva a abandonar el tratamiento, lo que también incrementa la resistencia del virus.
Tanto India como China, están en una etapa inicial de la epidemia, donde aún es posible controlarla. Pero para ello se requiere de una muy buena planificación, ingentes recursos económicos y una adecuada disponibilidad de profesionales de la salud. Aún la prevalencia en adultos en esos países, es menor al 12%. Si el problema se escapa de las manos, las consecuencias en los próximos años pueden ser desastrosas, por el daño social y económico que no sólo los afectaría a ellos, sino también al mundo entero.
Es tiempo para una reacción mundial, dado que de acuerdo a los organismos internacionales, para combatir el SIDA en el mundo subdesarrollado, se requeriría para el próximo año, la suma de 17.000 millones de dólares.
Eldirector