A comienzos del presente año (2004), apareció en Asia una epidemia masiva de influenza que afectó a las aves. El agente causal fue un virus ya conocido, que se denomina H5N1. Rápidamente se extendió por ocho países y para detenerla hubo que sacrificar 1.5 millones de aves (La Gripe de los Pollos Asiáticos). Ahora los virólogos temen que la epidemia vuelva a brotar, y piensan que esta vez sería aún más virulenta. Un estudio reciente publicado en Proceeding of the National Academy of Science, muestra que el virus H5N1 en China se ha extendido también a los patos y a las ratas. Por otra parte, Yi Guan, de la Universidad de Hong Kog, estima que el virus ya ha evolucionado, y que ahora es más agresivo y letal (Science, vol. 305, Julio del 2004, pág. 321).

Pero el mayor temor es que la epidemia alcance a los seres humanos. El virus puede evolucionar o recombinarse, de modo que llegue a ser capaz de trasmitirse de hombre l hombre. En la epidemia que ya se controló, hubo 36 personas infestadas, de las cuales fallecieron 23. El número de infestadas fue bajo, porque el virus no se contagiaba de persona a persona, sino que sólo ocasionalmente de las aves al hombre. Los que enfermaron, se contagiaron directamente de las aves, y se trataba de trabajadores que estaban en contacto directo con los pollos. Por ello, el sacrificio masivo de las aves, detuvo la enfermedad en humanos.

Los expertos temen que en una nueva epidemia, el virus pueda contagiarse de persona a persona, con lo que el resultado sería catastrófico, tanto por la alta letalidad del virus, como también por tratarse de un virus nuevo, el que se difundiría rápidamente, como una verdadera pandemia, contra la cual el hombre no ha tenido oportunidad de desarrollar defensas. Podría matar a millones de personas, especialmente niños y personas mayores. (Science, Julio 30 del 2004, pág. 595).

El temor que se extienda a los seres humanos, ha hecho que las autoridades de la Organización Mundial de la Salud, estén pensando en riesgosas soluciones. La pandemia puede iniciarse si el virus H5N1 se encontrara con el virus de la influenza humana e intercambiaran material genético. El H5N1 de las aves, podría adquirir del virus de la influenza humana, su capacidad de infectar células humanas. Es altamente probable que este temor se convierta en realidad. Puede ser que alguien que trabaje con pollos se contagie con el virus aviar H5N1, y que simultáneamente se contagie también con el virus de la influenza humana (se resfríe), con lo que los dos tipos de virus se encontrarían en el interior de las células pulmonares de la misma persona, y como es natural, intercambiarían sus genes. El virus resultante sería un híbrido con alta virulencia, contra el cual los humanos no tendrían inmunidad, y al mismo tiempo, al poseer genes de la influenza, se trasmitiría rápidamente de hombre a hombre.

Lo que pretende la Organización Mundial de la Salud, es provocar el encuentro viral en el laboratorio, y allí conocer cual sería el resultado. Con ello podrían prepararse las defensas. "Existe una alta posibilidad que el encuentro se produzca en forma natural, por lo que sería mejor adelantarse para no dar palos de ciego cuando el hecho ocurra naturalmente". Los investigadores pretenden conocer cuan peligroso sería este nuevo virus, y para ello necesitan mezclarlos en el laboratorio. Pero el experimento es extraordinariamente peligroso, ya que puede escaparse accidentalmente del laboratorio y comenzar así la pandemia. Por ello muchos investigadores critican esta riesgosa experiencia.

A pesar de las preocupaciones, ya hace algún tiempo que los estudios habían comenzado. En el año 2000 el Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) de Atlanta, Georgia, ya estaban realizando experiencias para cruzar estos dos virus, pero se vio obligado a suspenderlas cuando estalló la epidemia de los pollos en Asia, en el 2003. La preocupación ya viene desde el año 1997, cuando este virus apareció en Hong Kong (El temor por una nueva pandemia de gripe). Pero ahora la agencia pretende recomenzar con la investigación.

También otros investigadores están interesados en el mismo tema. El virólogo Albert Osterhaus de Erasmus University en Rotterdam, está tratando de estudiar no sólo el virus H5N1, sino también el virus H7N7 que recientemente afectó a las aves en Holanda (Un virus en los pollos en Holanda hace temer una Pandemia). En. Inglaterra, investigadores del Health Protection Agency, están discutiendo la idea. El objetivo es adelantarse a lo que puede ocurrir naturalmente y pensar en medidas frente a una pandemia, como la elaboración de vacunas, o búsqueda de drogas para el tratamiento.

Pero en todo caso, deben tomarse todas las medidas precautorias en los laboratorios y estas experiencias sólo podrían hacerse en laboratorios con amplia experiencia en investigaciones virales y que dan garantías de que el virus no se va a escapar.


El encuentro y mezcla de material genético

El virus de la influenza tiene un genoma muy peculiar, que se divide en ocho segmentos sueltos, y en que la mayor parte contiene un gene. En el núcleo de la célula huésped, se copia cada segmento separadamente, y al final del ciclo reproductivo, los ocho segmentos se vuelven a juntar, para luego en torno a ellos formar una cobertura constituida por membranas proteicas. Una vez ensamblados, los virus recién formados rompen las paredes de la células huésped y se lanzan a invadir otras. Cuando sucede que la célula se ha infestado simultáneamente por dos cepas de virus diferentes, estos pueden mezclar segmentos homólogos, formando así un nuevo virus quimérico (fig 3).

Para que el nuevo virus pueda causar la enfermedad en seres humanos y se trasmita entre ellos, debe tener una cubierta nueva que no sea reconocida por el sistema inmune. Esto depende básicamente de dos glicoproteínas ubicadas en la superficie del virus: la hemaglutinina y neuraminidasa (la "H" y la "N", como en el H5N1). La hemoaglutinina, viene en por lo menos 17 tipos diferentes y la neurominidasa en nueve. El temor es que el nuevo virus que se forme mantenga su "H5", que es un tipo de hemaglutinina que los humanos nunca la han conocido antes.

Este tipo de investigación parece necesaria y por ello ha contado con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud. El temor es que se escape y pueda ser un monstruo de incalculables consecuencias. No se puede dejar de reconocer que cualquier biólogo molecular puede llegar a crear un virus de esta naturaleza, pero si ello se hace en un laboratorio que no disponga de suficientes salvaguardias, el riesgo de que se escape es alto. Ya se ha visto con el virus de la Infección Respiratoria Aguda (SARS), que se ha escapado ya varias veces (El virus del SARS puede estar vivo).