Un gene relaciona la deprivación calórico con la longevidad
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 2004 )

En cada especie la duración de la vida está determinada genéticamente. Las moscas viven entre 30 y 40 días, los perros entre 13 a 15 años y los elefantes 48 años. El hombre vive más que cualquier otro mamífero. ¿Será posible vivir aún más de lo programado? Hasta ahora la única forma que se ha conseguido prolongar la vida ha sido mediante el sometimiento prolongado a una dieta muy restringida en calorías (El Proceso del Envejecimiento). Ello se ha observado casi en todas las especies que se han sometido a una restricción mantenida de las calorías de la dieta. ¿Cuál es el mecanismo?

Dos investigadores especialistas en envejecimiento, han descrito independientemente en ratas, la existencia de un gene asociado con el envejecimiento y que es influenciado por la dieta. Leonard Guarente y sus colegas del Massachusetts Institute of Technology en Boston, habían encontrado un gene de la levadura (SIR2) que cuando se le restringía las calorías, les permitía vivir significativamente más. Más tarde encontraron el mismo gene en ratas (SIRT1) (Una Nueva Posibilidad para Prolongar la Vida).

Ahora independientemente, Guarente y David Sinclair de la Escuela de Medicina de Harvard, demuestran que cuando se le restringe la dieta a la rata, al igual que la levadura, también se logra prolongar la vida. Desde hace mucho tiempo se sabe que las células de animales sometidos a restricción calórica, son resistentes a la apoptosis, un programa de muerte celular. También en células humanas, un exceso del gene SIRT1, retarda el proceso de la apoptosis.

Por otra parte, los investigadores observan que el mismo gene (SIRT1), bloquea la formación de células grasas. No está claro por qué reduciendo las grasas se puede prolongar la vida, pero es un hecho que las ratas con pocas grasas viven más. Los autores demuestran que los genes que regulan el desarrollo de células grasas y su movilización, están bajo el control del SIRT1. Es decir, la dieta restringida en calorías produciría una activación del gene SIRT1, el que prolongaría la vida, probablemente por retardar la apoptosis celular y al mismo tiempo impidiendo el crecimiento de células grasas. Ahora los autores piensan desarrollar una droga basada en el gene SIRT1 que pueda combatir la obesidad o prolongar la vida.



(Science, vol. 304, de Junio 18 del 2004, pág. 1731).


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