El accidente nuclear en Japón obliga a repensar el uso y control de la energía nuclear
( Publicado en Revista Creces, Diciembre 2004 )

No se debe olvidar que la industria de la energía nuclear está en constante riesgo, como se puede constatar por los recientes accidentes ocurridos tanto en Japón, como en otros países. Desgraciadamente para muchos son pocas las alternativas de otras fuentes energéticas, lo que obliga a ser doblemente cuidadoso en la prevención de accidentes.

El 9 de Agosto del presente año (2004), en Japón se produjo un grave accidente en una planta nuclear. En el edificio de la turbina del reactor Unit3, en uno de los tres reactores de la planta nuclear construida en Mihama, a 80 kilómetros al norte de Kioto, explotó una cañería que llevaba agua a muy alta temperatura. En ese momento había ciento cuatro personas en el edificio. El agua súper caliente se transformó en vapor, matando a cuatro personas y dejando con quemaduras graves a otras siete.

Inmediatamente las autoridades reguladoras inspeccionaron la planta en Mihama para controlar los daños y poder tranquilizar a la población. ¿Por qué sucedió, y pudo haberse prevenido? Las evidencias que surgieron, dejaron en circunstancias poco confortables a los responsables de la planta. Ahora se cuestiona la seguridad de toda la industria y se abre otra gran interrogante frente a los planes que tenía el gobierno de construir otros nuevos reactores antes del 2010.

Japón se ha visto en la necesidad de descansar en la energía nuclear ya que no tiene ningún recurso propio de energía fósil. En la actualidad el 30% de la electricidad proviene de la energía nuclear. Fue en la década del 1970, cuando Japón tomó la decisión estratégica de reducir su dependencia de la energía del petróleo y del gas. El reactor en Mihama, fue uno de los que se construyeron en el período de rápida inversión y Unit 3 comenzó a operar en Diciembre de 1976.

Ya hace algunos años, que ha comenzado a sonar la campana de alarma en Japón y también en otros países. En el año 1986 hubo un accidente en Estados Unidos, donde en un reactor de diseño similar al Mihama, también explotó una cañería con agua súper caliente, matando a cuatro trabajadores. La Comisión Nuclear Reguladora de USA, encontró que la cañería se había corroído mucho más rápido de lo esperado.

En 1989 la misma comisión recomendó una urgente reexaminación en cañerías de otros reactores, al comprobar también su prematura corrosión. El problema es que con demasiada frecuencia se están produciendo estos accidentes en reactores que se consideraban seguros. En 1999 un manejo descuidado del uranio en la planta nuclear de Tokaimura al noreste de Tokio, gatilló una reacción en cadena, que mató a dos personas, e irradió a cientos de otras, en el peor accidente nuclear, después de Chernobyl. En el año recién pasado, la Compañía Eléctrica de Tokio se vió forzada a apagar sus 17 plantas nucleares al constatar reiteradas inspecciones falsificadas de ellas.

Sin duda que en este aspecto energético, Japón tiene grandes problemas que resolver, siendo el más importante la necesidad de que el gobierno controle efectivamente la industria nuclear y tenga la seguridad de que estos accidentes se puedan prevenir, sobre todo si no tienen otra alternativa energética que la energía nuclear. Lo que está sucediendo a Japón, también debe constituir una gran preocupación para muchos otros países donde se ha desarrollado ampliamente la industria nuclear, ya que nadie esta libre de esos accidentes.



El director


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada