Prevención de enfermedades crónicas
( Publicado en "Nutrición XXI", Inta, Junio - Julio 2000 )
Aumentan peligrosamente en nuestro país los factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, tales como sedentarismo, exceso de alcohol y tabaquismo, drogadicción, etc. Debemos avanzar en estilos de vida saludables , con alimentación adecuada y ejercicio físico, señala el Dr. Fernando Vio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.
Chile ha vivido extraordinarios cambios demográficos entre los años 70 y los 90: disminución de tasas de natalidad, fecundidad y mortalidad y un aumento de la expectativa de vida en casi diez años (el año 2030 el grupo de mayores de 65 años será el 15 por ciento de la población), al tiempo que el porcentaje de las muertes ha disminuido drásticamente en los menores de 14 años. Así lo señaló el Dr. Fernando Vio, del INTA, en el Congreso de Nutricionistas realizado en Santiago a comienzos de mayo de 1999.
Variedad y Equilibrio, pilares de la nutrición de este milenio, fue el tema central al que convoco el Colegio de Nutricionistas a expertos de todo el país. Alrededor de 600 nutricionistas, desde Arica a Punta Arenas, y otros que vinieron desde Uruguay y Argentina, contaron con la presencia de la Ministra de Salud, Michelle Bachelet.
El avance vertiginoso de la nutrición coloca a los nutricionistas día a día frente a nuevos desafíos a consecuencia de los avances tecnológicos. La permanente aparición de nuevos productos, la manipulación genética de los alimentos y la urgente necesidad de informar a los consumidores lleva a los nutricionistas a reunirse para actualizar conocimientos de nutrición y alimentación e intercambiar experiencias profesionales.
Por ello durante tres días se unieron académicos, investigadores y expertos a fin de debatir la situación alimentaría que hoy día tiene un rol preponderante en la salud de las personas y en su calidad de vida.
Nutrición y calidad de vida; Rol del nutricionista en el nuevo milenio; Reglamento Sanitario de los Alimentos; Nuevas alternativas en la alimentación del adulto mayor; Nutrición y Deporte; Trastornos de la conducta alimentaría y Alimentos funcionales fueron, entre otros, los temas que suscitaron interés y debate entre los participantes.
Nutrición y calidad de vida
El país ha tenido logros notables en salud durante las últimas décadas. En 1960 teníamos una mortalidad infantil de 106 por 1000 nacidos vivos, disminuyendo a 9.8 por 1000 nacidos en la actualidad. En cuanto a la mortalidad materna, bajó de 3.3 por 1000 nacidos vivos a 0.2 por 1000 en la actualidad.
Es decir, pasamos en un período corto de tiempo de una situación de pre transición epidemiológica, con problemas materno infantiles y desnutrición, predominio de graves enfermedades infecciosas a una de baja mortalidad materna e infantil. Pero también han cambiado los estilos de vida de la población y medio ambiente, con un incremento significativo de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles, tales como dieta inadecuada, sedentarismo, exceso de alcohol y tabaquismo, drogadicción, etc.
"Lo interesante es que esta explosión de factores de riesgo afecta mucho más a los sectores pobres de la población, tal como ocurre en otros países como Brasil, por ejemplo, y como en el caso de la obesidad, que es mucho mayor en mujeres de nivel socioeconómico bajo", señaló el Dr. Vio.
Chile ha pasado rápidamente de una alta prevalencia de desnutrición en la década del 60 y 70, a una combinación de desnutrición en niños y obesidad en adultos en los 80 y a un franco predominio de la obesidad, tanto en niños como en adultos, en la época de los 90.
Los estudios de la Dra. Berríos, de la Universidad Católica y de los doctores Vio y Albala, del INTA, han demostrado que la obesidad es mayor en mujeres que en hombres, aumenta con la edad y es más alta en el nivel socioeconómico bajo que en el alto.
En cuanto a la alimentación, la población chilena ha incrementado el consumo de carne, cecinas, huevos, leche en forma importante en los últimos años con una disminución de pan, papas y legumbres. Todos estos cambios muestran cómo Chile pasó de una situación nutricional pre- transicional en los 60-70, a una corta transición en los 80 y a una situación de post transición nutricional en los 90.
"El tema de la actividad física ha llegado a ser tan relevante, que incluso la mortalidad no aumenta con la obesidad si se hace actividad física, agregó el Dr. Vio. En Chile el sedentarismo es extraordinariamente alto, más aún en mujeres, especialmente de nivel socioeconómico bajo. Estudios recientes muestran que un 90 por ciento de mujeres no realizan actividad física alguna en su tiempo libre".
"Ahora se sabe que la inactividad física puede llevar a obesidad en niños y adultos, con sus consecuencias en enfermedad coronaría, hipertensión arterial, diabetes, hiperlipidemias, factores trombogénicos, problemas osteoarticulares, osteoporosis y cáncer".
Es por ello que el Instituto Nacional de Salud Pública de los Estados Unidos recomienda hacer treinta minutos de actividad física moderada mínimo tres días por semana a toda la población y a los sedentarios iniciar ejercicios por períodos cortos que se deben ir aumentando en forma progresiva.
Los temas de la alimentación y actividad física son elementales para mejorar la calidad de vida. El nuevo concepto de salud hace necesario trabajar con la población sana en las edades más tempranas posibles para evitar que se inicie la cadena del daño, cayendo en el factor de riesgo y luego en la enfermedad. Cuando las personas ya son sedentarias, obesas o fuman, existe un daño muy difícil de revertir y esas personas de seguro terminarán enfermas. Por ello es tan necesario avanzar en los estilos de vida saludables, fundamentalmente en el ejercicio y la alimentación adecuada.
Si ello sucediese, entraríamos en la cuarta fase de la transición epidemiológica, en que existe una prolongación de las expectativas de vida, con reducción de las enfermedades cardio-vasculares y un incremento en las enfermedades degenerativas. Si antes fuimos capaces de terminar con la desnutrición y disminuir las mortalidades materna e infantil y las enfermedades infecciosas , ahora debemos aumentar el acceso de la población a la alimentación adecuada y a una vida donde el ejercicio físico y la recreación sana constituyan un elemento fundamental.
El nuevo concepto de salud hace necesario trabajar con la población sana en las edades más tempranas posibles para evitar que se inicie la cadena del daño, cayendo en el factor de riesgo y luego en la enfermedad. |
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