Una nueva droga contra la tuberculosis, en tratamientos más cortos
( Creces, Enero 2005 )

La tuberculosis en el mundo, mata entre 2 y 3 millones de personas por año. En los últimos tiempos, estas cifras lejos de amainar, están recrudeciendo. Una de las grandes dificultades para combatir la tuberculosis es que con los antibióticos que hoy están disponibles, se requieren largos períodos de tratamientos, que van más allá de los nueve meses, lo que hace muy difícil completarlos, sobre todo si el enfermo se siente mejor con las primeras dosis. Los muchos enfermos que abandonan el tratamiento prematuramente, son los culpables de la aparición de cepas resistentes del micobacterio, los que más tarde infestan a nuevos pacientes.

Sin incentivos económicos, las empresas farmacéuticas no están dispuestas a invertir, ya que la tuberculosis es una enfermedad propia de los países pobres, los que no pagan los costos de la investigación. Por ello no es de extrañar que en los últimos cuatro años, no hayan aparecido drogas nuevas, y todas las que se están estudiando son sólo variaciones de las ya existentes (Al fin una nueva droga contra la tuberculosis).

Por todo ello es muy interesante que ahora investigadores de la empresa Jonson & Jonson, en Bélgica, anuncien que han descubierto un compuesto, que además de ser muy activo, puede reducir el tiempo de tratamiento en forma significativa. Lo que la hace aún más interesante, es su efectividad sobre múltiples cepas ya resistentes del "Mycobacterium tuberculosis". "Es extraordinariamente promisoria", dice Jaques Orosset, investigador en tuberculosis, de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore.

Extensos estudios, desarrollados tanto en tubos de ensayo, como en animales de experimentación (ratas), han demostrando que la nueva droga (R20791O) es mucho más potente que las existentes, ya que permanece más tiempo en el organismo y además actúa por un nuevo mecanismo que la hace más ampliamente efectiva. Ensayos toxicológicos realizados en humanos sanos, en ratas y en perros, parecen demostrar que el compuesto no tiene toxicidad.

Es interesante que ensayada en un modelo desarrollado en la rata, se comprueba una persistencia inusualmente prolongada en el organismo, lo que sugiere que con ello se podría matar al Mycobacterium tuberculosis con dosis más pequeñas. Al comparar su efecto con la triple combinación de drogas ahora en uso (rifampin, isoniazida y piasinamida), comprueban que tiene el un efecto bactericida similar, pero en la mitad del tiempo. Los investigadores calculan que usada en combinación con otras drogas podrían lograr la completa esterilización de los órganos en dos meses, en lugar de los cuatro meses que se requiere con la formula actual.

Es especialmente interesante el mecanismo de acción, que interfiere en enzimas necesarias para la síntesis de ATP, que es la molécula que provee la energía al micobacterio. Ello hace pensar que va a ser difícil el desarrollo de resistencia (Tuberculosis: La peste blanca). En todo caso, ya se han iniciado los primeros ensayos clínicos.

La investigación continúa en varios laboratorios, tratando de encontrar nuevas drogas que actúen más rápidamente y que al mismo tiempo puedan comercializarse a un precio conveniente. Ello es importante para los 8 millones de personas que sufren de tuberculosis cada año, y que principalmente pertenecen al mundo pobre, donde no es posible afrontar costos elevados (tabla).



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