No se trata en realidad de una vacuna contra el cáncer, sino una vacuna contra el virus papiloma, que produce la mayor parte de los cánceres cervicales en la mujer. Si la vacuna previene la infección del virus papiloma, impide que este produzca el cáncer. El problema es que este virus se trasmite sexualmente, y para prevenir la infección habría que vacunar a las niñas antes que sean sexualmente activas, lo que no en todos los países se aceptaría. "Mi hija es muy virtuosa y ¿para qué la voy a vacunar?".

Así por ejemplo, en los Estados Unidos ya hay oposición de los grupos religiosos, a pesar que en las encuestas pasadas a los padres, estos se manifiestan de acuerdo con la vacunación en un 80%. Pero por otra parte, en el mismo país, el Consejo de Investigación Familiar, se opone, ya que "la abstinencia es la mejor y más segura forma de prevenir el contagio por el virus papiloma" "Ni el condón es efectivo, por el hecho que el virus también puede propagarse por contacto directo de la piel", afirman los que trabajan en la institución

"La vacuna podría ser potencialmente peligrosa ya que podría tomarse como una licencia para el sexo premarital", dicen los que se oponen. Sin embargo, entre la juventud son muy pocos los que han oído sobre el virus papiloma, por lo que difícilmente esta podría considerarse como una licencia para el sexo.

El problema es mas serio en los países subdesarrollados, donde se produce el 80% de las muertes por cáncer cervical y donde los prejuicios son más fuertes. En la India, según N. Ganguiy, Director del Consejo de investigaciones Médicas de la India, cree que habría que previamente desarrollar un enorme esfuerzo comunicacional para lograr el consentimiento de los padres.

El virus papiloma es extraordinariamente frecuente. En los Estados Unidos, la mitad de las mujeres sexualmente activas, entre 18 y 22 años, ya están contaminadas. Muchas ya se han tratado, pero es frecuente que a pesar de ello la infección persista y de este modo puede llegar a causar un cáncer décadas después.

En el mundo occidental la infección ha disminuido, debido especialmente al amplio uso del test que permite detectar precozmente el cáncer cérvico uterino. Pero en el mundo pobre, este no siempre está disponible, con el agravante que también allí sé esta incrementando la expectativa de vida de las mujeres y cada vez más están llegando a la edad del cáncer.

La vacuna ya se ha producido y ha tenido muy buenos resultados en los ensayos clínicos que se han realizado. Muy probablemente ya será autorizada en el próximo año. De acuerdo a lo que ha declarado la empresa GlaxoSmithKlein, la vacuna contiene dos cepas del virus papiloma, con lo que se cubre el 70% de los cánceres cervicales, y ha sido capaz de prevenir en un 90% las nuevas infecciones. Por su parte, el laboratorio Merck en Estados Unidos, que también ha fabricado una vacuna con las mismas dos cepas, más dos cepas contra la verruga vegetal, ha comunicado iguales resultados. (New Scientist, Abril 16 de 2005, pág. 8).