El primer planeta extra solar que se vislumbra por si mismo
( Creces, Mayo 2005 )

Por primera vez los astrónomos han podido ver un planeta que resplandece por sí mismo y que está orbitando una lejana estrella. Si bien es cierto que los cazadores de planetas extrasolares durante los últimos 10 años han identificado 150 planetas, éste es el primero que se muestra por si mismo. En todos los otros casos su presencia se detectaba indirectamente, ya sea por el desplazamiento de la estrella cuando el planeta se acercaba a ella en su orbita elíptica, o por su sombra cuando cruzaba frente a ella.

Glen Schneider y sus colaboradores de la Universidad de Arizona, en Tucson, vieron directamente un objeto que les pareció un planeta extrasolar. Fue visible en el espectro infrarrojo y se calcula que sería cinco veces más masivo que Júpiter. Estaría orbitando una vieja estrella, del tipo de enana parda.

Por contraste a comienzos del año 2005, Drake Deming y sus colaboradores de NASA, y David Charbonneau y su grupo del HarvardSmithsonian Center for Astrophysics en Cambridge, Massachusetts, han estudiado cada uno un planeta de la clase llamada "Júpiter caliente", que orbitan estrellas lejanas. Se trata de gigantes gaseosos, que probablemente dan vueltas en torno a la estrella, en una forma similar a los planetas de nuestro sistema solar.

Según se observan desde la Tierra, las órbitas de ambos planetas, al girar alrededor de la estrella, pasa por detrás de ella. Los investigadores aprovechan esto para medir las radiaciones infrarrojas mediante el telescopio Spitzer de NASA. Primero en ambos planetas midieron las radiaciones de cada sistema planeta-estrella, cuando el planeta estaba a un lado de su estrella. Luego midieron la radiación cuando el planeta estaba detrás de la estrella. La diferencia entre ambas lecturas mostraba la radiación que venía desde el planeta. "Estábamos excitados, al ver como se perdía la señal del planeta al estar detrás de la estrella y luego volver según la órbita" dice Charbonneau.

Basándose en estas observaciones, los investigadores calculan la temperatura de los planetas. Ambos gigantes gaseosos, tienen en su superficie una temperatura de 700°C. Uno de ellos está en la constelación Pegaso, a una distancia de 140 años luz de la Tierra (Nature, DOI:10.1038/nature 03507). El otro (el de Charbonneau), está más distante. Lo han llamado TrES-1. Tiene una masa similar al anterior y orbita alrededor de su estrella en períodos de tres días (The Astrophysical Journal, Abril, 2005).


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