Llegar a fabricar píldoras para la longevidad
( Creces, Mayo 2005 )
"El hecho que se haya logrado crear ratas que vivan un 25% más de tiempo que las ratas normales, abre las esperanzas de llegar a producir píldoras que tengan el mismo efecto en humanos", dice Peter Rabinovic de la Universidad de Washington en Seattle.
Lo que se ha logrado en este experimento viene a reforzar la teoría de que los radicales libres altamente reactivos, son los que contribuyen a la vejez y en definitiva a la muerte, dañando continuamente el DNA y a las proteínas celulares (La vejez a nivel celular). Se piensa que los radicales libres son un problema para las mitocondrias de las células. Ellas por su actividad metabólica, están produciendo constantemente una gran cantidad de radicales libres. Es sabido que las mitocondrias disponen de su propio DNA, diferente al del núcleo, pero a diferencia de este, carecen de los mecanismos enzimáticos que permiten su constante mantención y reparación.
"La teoría es que las ineficientes mitocondrias producen gran cantidad de oxígeno reactivo, que en último término termina dañando a ellas mismas, haciéndolas aún más ineficientes", dice Judith Campisi del Buck Institute for Age Research en Novato, California.
El hecho es que el equipo de Rabinovic consiguió producir varias cepas de ratas modificadas genéticamente, capaces de producir la forma humana de "catalasa", una enzima antioxidante. La catalasa degrada al peróxido de hidrógeno (que forma radicales libres), dejando como sub productos agua y oxígeno. Normalmente la enzima se encuentra en el citoplasma. Pero el equipo de investigadores ha conseguido alterar el gene, logrando que en diferentes cepas de ratas genéticamente modificadas, la enzima se vacíe a diferentes áreas de la célula, como el núcleo, el citoplasma o las mitocondrias. El estudio se ha realizado en 1000 ratas y se ha estado llevando a cabo durante tres años (Science, DOI:10.1126/science.1106653).
Los resultados fueron sorprendentes: mientras las ratas normales vivían alrededor de dos años como promedio, en las cepas de ratas modificadas en que la catalasa se dirigía a la mitocondria, su vida se extendía en más de cinco meses (20%). Más aún, en relación a las ratas normales, estas tenían menos daños cardiacos atribuidos a la edad.
Ahora Rabinovic esta trabajando para encontrar la forma de llegar con el antioxidante a las mitocondrias, o potenciar la actividad del mismo. La posibilidad de terapia génica, que sería lo ideal, está aún lejana.