El autismo se asocia a infección cerebral
( Creces, Junio 2005 )

En una reciente publicación de Carlos Pardo y sus colaboradores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, describen una relación entre el autismo y signos cerebrales de infección (Annals of Neurology, DOI; 10. 1002/ana.29315).

Hasta ahora no ha habido acuerdo acerca de la causa del autismo. Por un lado, pareciera que la genética influye ((El Autismo) y (La Genética del Autismo), pero por otro también se han encontrado que algunos factores ambientales pueden estar relacionados. El problema preocupa porque pareciera que los casos de autismo están aumentando y nadie tiene una explicación de ello (Los Casos de Autismo se Incrementan Exponencialmente).

Según el trabajo de Pardo, que ha consistido en estudiar cerebros de 11 pacientes con autismo de edades que oscilaron entre 5 y 44 años, que habían fallecido en accidentes, encontró consistentemente elevadas ciertas proteínas mensajeras inmunológicas, liberadas por células de soporte llamadas astroglias y microglias. Se sabe que cada vez que las células cerebrales se dañan, estas proteínas gatillan en el cerebro una respuesta inflamatoria general.

Los signos de inflamación fueron más intensos en el cerebelo, lo que no parece raro ya que estudios hechos en autistas mediante scanner cerebral, muestran anormalidades en esta misma región.

Los investigadores también encuentran en personas con autismo, altos niveles de proteínas mensajeras inmunológicas en el líquido cefalorraquídeo. Incluso sugieren que esta determinación podría servir para hacer el diagnóstico de autismo y monitorear su evolución.

Ya desde hace algún tiempo se viene sosteniendo que el autismo podría ser causado por un mal funcionamiento del sistema inmunológico, pero los estudios sólo se han referido a la inmunidad adaptativa, cual es la producción de anticuerpos para eliminar infecciones por virus. Sin embargo, Pardo y su equipo no encuentran ninguna evidencia de alteración del sistema inmunitario adaptativo.

En todo caso, si la inflamación no fuera la causa, estos hallazgos podrían más adelante ofrecer una forma de tratamiento para el autismo. "Ellos sugieren un proceso crónico que podría ser tratado", opina Catherine Lord, Directora del Centro de Autismo y desórdenes de la Comunicación, de la Universidad de Michigan.



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