Las mulas chinas son muy ineficientes y contaminantes
( Creces, Junio 2005 )

China ha desarrollado un modelo de vehículo de tres ruedas para el trabajo de campo, tanto para el transporte de carga como de animales. Se las llama "las mulas Diesel" y transitan por todos los caminos rurales. Se las ha mostrado como el triunfo de las "tecnologías apropiadas", pero ahora se les reconoce un secreto sucio: han llegado a constituir un tremendo problema ambiental y económico, tanto por la cantidad de petróleo que consumen, como por la enorme cantidad de emisiones de gas que producen. Han proliferado hasta tal punto, que en la actualidad a ellas se les atribuye el enorme consumo de petróleo que China está demandando.

Cuando se evalúa la demanda de petróleo de China, se argumenta que se debe al notable incremento del número de automóviles en las ciudades, pero se olvidan de los 800 millones de chinos que viven en las zonas rurales, que están utilizando 25 millones de mulas Diesel y que están en constante circulación en las zonas rurales (tabla 1). Ellas igualan el número de automóviles, pero con gran ineficiencia en el consumo de combustible.

La verdad es que hasta ahora no calzaban las cifras de consumo de petróleo de China, con el número de automóviles y camiones. La demanda era demasiado grande para un número relativamente pequeño de vehículos. Es que se habían olvidado de estas mulas que en las estadísticas habían pasado desapercibidas, ya que estaban contabilizadas como maquinaria agrícola y no como vehículos de transporte. Lo que es peor es su tremenda ineficiencia, que contribuye a la alta contaminación ambiental, mucho más que todos los automóviles urbanos existentes.

Las mulas usan un motor Diesel de un cilindro, que originalmente se diseñó como un elemento de maquinaria agrícola estática y que posteriormente se comenzó a usar en los vehículos de tres ruedas, fabricados a un muy bajo costo (300 dólares), y que desarrollaban una velocidad de 50 kilómetros por hora. De este modo quedaron fuera de las regulaciones ambientales que se aplicaban a todos los otros vehículos de transporte. Sus emisiones son tres veces más altas que cualquier otro vehículo, al mismo tiempo que son muy ineficientes en el uso de combustible. En el futuro, si se consigue mejorar estos dos problemas, podrían ser una buena solución para su uso rural.


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