La ecología y las plantas hidroeléctricas
( Creces, Julio 2005 )

Contrariamente a lo que se ha estimado hasta ahora, las plantas hidroeléctricas pueden también afectar el clima. Siempre se había recomendado elegir la energía hidroeléctrica en lugar de las que utilizan combustibles fósiles, dado que ellas serían ecológicamente mas aceptables. Sin embargo algunos expertos ahora creen que no serian tan limpias.

(Las Plantas Hidroeléctricas y su Impacto Ecológico)

Según Eric Duchemin, consultor del "Panel Intergubernamental del Cambio Climático" (IPCC), las plantas hidroeléctricas no son limpias ya que producen cantidades significativas de CO2 y metano, hasta el punto que en ocasiones producen más gases invernaderos que las plantas que utilizan energía fósil. "Las emisiones de carbono varían de planta a planta, pero no teníamos idea que debiéramos preocupamos por ello", dice Phillip Fearnside del Instituto Nacional de Investigación del Amazonas en Manaus.

En un estudio que se publicará en "Mitigation and Adaptation Strategies for Global Change", Fearnside estima que en el año 1990 el efecto invernadero de las emisiones provenientes de la planta hidroeléctrica Curuá-Una en Pará, Brasil, fue tres veces superior al que se hubiese producido si para la misma potencia eléctrica se hubiese utilizando petróleo como combustible.

Ello sucede porque una gran cantidad de carbón queda enclaustrado en los árboles y otras plantas, el que se libera cuando las aguas del dique las inundan, iniciándose su pudrición. Después del primer impulso de decaimiento, el material que se descompone sin oxígeno, y queda como un reservorio en el fondo, disolviéndose como metano. Mas tarde; cuando el agua pasa a través de las turbinas, éste se libera a la atmósfera.

Por otra parte, los cambios estacionales al variar las profundidades de las aguas, llevan a un continuo suministro de material en degradación. En las estaciones secas, las plantas invaden los bordes, aportando material que posteriormente vuelven a degradarse durante las estaciones húmedas, en que sube el nivel de ellas y las cubre.

Es así como los reservorios hechos por los hombres están continuamente convirtiendo CO2 en metano y echándolo a la atmósfera. Ello es un elemento significativo, dado que el metano tiene un efecto invernadero 21 veces más poderoso que el CO2. Es por esto que en la próxima discusión del IPCC, se discutirá este tópico para preparar el National Greenhouse Gas Inventory Program, en el que se debe calcular la cantidad de carbono que emitirá cada país.

Cuando esto suceda, los países tropicales como Brasil, que dependen en mucho de la energía hidroeléctrica, verán que su inventario de emisiones se incrementará por lo menos en 7%. Por el contrario, los países más fríos, se afectarán menos, ya que por las menores temperaturas, su producción de metano será menor. Tal sería el caso de Chile.



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