Minería en la Luna
( Publicado en Revista Creces, Agosto 1996 )

Según Hiromu Momota, profesor de Ingeniería Nuclear del Instituto Nacional de Ciencias de Fusión en Nagoya, hay sólo un lugar donde encontrar el combustible necesario para lograr que la energía de fusión sea posible: "la Luna". En su opinión, más tarde que temprano, vamos a explorar la Luna. De allí podemos obtener un valioso elemento que va a hacer posible la utilización de la energía de fusión, la misma que se produce en el interior del Sol.

Este es el helium-3, substancia que no se encuentra en la Tierra, pero que está en la Luna. Con este elemento sería posible construir reactores de fusión nuclear que, en forma económica, puede producir energía limpia. El está convencido que se lograra no en cien años más, sino que en las primeras décadas de este siglo (New Scientist, 18 Noviembre de 1995, pág. 35).

Tanto en Estados Unidos, como Japón y la Comunidad Europea, se trabaja activamente en lograr la fusión nuclear, como una alternativa para la producción de energía limpia, que reemplace a la que los actuales reactores nucleares están produciendo. Para ello se está usando el plasma de dos isótopos del hidrógeno: el deuterio y el tritio. A una inmensa temperatura (como la del Sol), estos isótopos se funden y producen un poderoso rayo de neutrones. Con ello se podría calentar el agua para producir el vapor necesario para mover turbinas generadoras de electricidad. Hasta ahora ello no ha sido posible, pero los científicos creen que se va a lograr en los próximos decenios. Momota no lo cree así y es menos optimista. Según él dice "conozco muy bien los problemas del deuterium-tritium y creo que la fusión nuclear por esta vía, nunca va a llegar a ser una realidad". "A medida que los neutrones se aplastan en las paredes de reactor se hacen quebradizos y radioactivos. Por otra parte ellos calientan los superconductores que crean los campos magnéticos que contienen el plasma, amenazando poner fin a la reacción". Otros investigadores afirman que todos estos problemas son ciertos, pero les cabe la seguridad que en los próximos 50 años ellos se van a solucionar y se podrá contar con una fuente de energía barata y limpia.

Momota insiste que la fusión deuterio-tritio, nunca se va a poder comercializar. En cambio el asunto sería muy fácil si el tritium se reemplaza por helium-3. Cuando el deuterio y el helium-3 se fusionan, cambian completamente las cosas, ya que producen protones de alta energía, más que neutrones. Los protones tienen carga positiva por lo que se separan de las paredes de los reactores debido a los campos magnéticos y eléctricos y fuerzan a transformar su energía directamente en electricidad, desacelerándolos en poderosos campos magnéticos.

El problema está en que no existe en la Tierra el helium-3. En Estados Unidos se ha logrado producir una pequeña cantidad de él (20 kilos por año), como un subproducto de su programa de armas nucleares. Pero ello es muy poco con relación a lo que se necesitaría.


Mirando la Luna

En cambio, la Luna tiene grandes cantidades de helium-3, encerrado en depósitos de titanio. Este metal encontrado en su superficie, actúa como verdadera esponja, absorbiendo las partículas de helium-3 que llegan a ella por el viento solar desde el espacio.

Desde que se formó la Luna, hace más de cuatro mil billones de años, el titanio de su suelo, ha absorbido alrededor de un millón de toneladas de helium-3. Todo ello está en más de tres metros de profundidad de la superficie.

Hace ya tiempo que los físicos están mirando el helium-3 de la Luna, y ya han pensado como explotarlo. En 1986, John Santarius, un físico de la Universidad de Wisconsin (Madison), propuso explotar el titanio que se encuentra en el suelo lunar mediante una excavadora robótica. El helium-3 se podría remover calentándolo a 700 grados centígrados, mediante un espejo que estaría orbitando y enfocaría sobre él los rayos solares. A esta temperatura, más de 85% del helium-3 se liberaría, junto a otros gases que también contiene, como nitrógeno, oxígeno e hidrógeno. De esta mezcla podría separarse el helium-3, enfriándolo hasta una temperatura de menos 100 grados centígrados, en que sólo el helio quedaría como gas. Todo ello aprovechando la noche solar. Los otros gases (oxígeno, hidrógeno y nitrógeno), se podrían aprovechar en una colonia humana que se instalaría allí. Mientras tanto, el helium-3 se podría transportar a la Tierra. Según los cálculos de Momota, el helium-3 costaría 100.000 dólares por gramo. En la actualidad el que produce Estados Unidos cuesta 700.000 dólares el gramo.

Pero antes de todo esto, habría que probar que el uso de helium-3 realmente es útil para lograr la fusión nuclear. Para eso Momota esta desarrollando una máquina que él ha denominado Artemis (el nombre de la Diosa griega de la Luna). La tarea no es fácil, tanto por las dificultades tecnológicas, como por los costos involucrados. El señala que en la actualidad en los proyectos de energía la fusión se está gastando mil millones de dólares, si se suma lo que están gastando los diferentes países. El dice que necesita solamente 40 millones para fabricar su prototipo.

Si todo fuera bien, habría otro problema: ¿Qué pasaría cuando se acabe el helium-3 de la Luna?. Según Momota, con los actuales consumos de energía, este alcanzaría para 70 años. En este caso habría que pensar en Júpiter y Saturno, que prácticamente tienen reservas infinitas. Ellos son enormes planetas gaseosos que han estado concentrando en una superficie grandes cantidades de helium-3 desde el espacio.


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