No basta el ritalín en el déficit atencional
( Creces, 2006 )
En niños con déficit atencional, la medicación (Ritalín) logra modificar el comportamiento, pero no logra mejorar su bajo rendimiento académico, que frecuentemente acompaña a esta enfermedad. Es así como estudios recientes han demostrado que muchos niños con déficit atencional presentan también una deficiencia en el proceso cognitivo, que específicamente afecta a la memoria de trabajo. Es el déficit cognitivo el que condiciona la falla en la atención, la que en definitiva condiciona el bajo rendimiento académico.
"La mejor comprensión de esta alteración ha llevado en la actualidad que en su tratamiento se haga menos énfasis en el comportamiento (medicación), y más en la alteración biológica que lo condiciona", señala Rosemary Tannock, profesora de la Universidad de Toronto. Es por ello que además de la medicación con estimulantes, en la actualidad se están aplicando técnicas de entrenamiento de la memoria de trabajo, mediante programas de estimulación de esta memoria.
Troquel Klingberg un neurocientista del Instituto Kalolinska, publica sus resultados en el Journal of American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (Junio 2005), señalando que más del 60% de los niños con déficit atencional, mejoran su rendimiento escolar si además del medicamento se aplica un tratamiento consistente en cinco semanas de entrenamiento, haciendo énfasis en la memoria visual-espacial, que es la que más se relaciona con la falla en la atención.
William Pelma de la Universidad de Buffalo (USA) señala la necesidad de prolongar el entrenamiento por plazos mayores. Observa que después de dos años de esta terapia, los niños con déficit atencional, llegan a rendir tanto como los normales. Para ello se requiere de persistencia y paciencia por parte de los padres o educadores, para persistir con el entrenamiento. Con todo, los resultados son mejores si además se administran medicamentos.