El virus Ébola deja estragos entre los grandes monos
( Creces, 2006 )
Entre los nuevos virus que han aparecido en los últimos años, está el Ebola que ya ha matado a cientos de personas en África, especialmente en Zaire y Wikwit. Todo parece indicar que se trata de un virus que de los animales (del mono verde), ha pasado a los hombres.
Provoca una rápida enfermedad, conocida como "fiebre hemorrágica", que mata en pocos días. Sus síntomas comienzan con fiebre muy alta, ampollas en la piel, vómitos biliosos, diarreas y ulceraciones intestinales. Antes de una semana, termina con la muerte. Ha sido catalogada como una de las nuevas enfermedades infecciosas emergentes, pero que según parece, ha estado presente desde los tiempos antiguos. El epidemiólogo Patrick Olson, del Centro Medico de San Diego (USA), cree que este virus ya habría sido el culpable de la muerte de 300.000 atenienses, hace ya 2.400 años, durante el sitio de los espartanos, durante la guerra del Peloponeso (El Virus Ebola, un Socio Antiguo). Los avances de la virología están ahora permitiendo aislar e identificar virus que parecen nuevos, pero que han estado presentes durante muchos anos, atribuyendo sus estragos a otras enfermedades.
Por ahora el Ebola sólo se ha identificado en Africa. Actualmente los epidemiólogos piensan que está dejando un gran estrago en los grandes monos, ya que durante la última década ha muerto un tercio de los gorilas y miles de chimpancés. Ahora la enfermedad que tiene una mortalidad superior al 90%, está afectando a la densa población de monos que existen en el Odzala National Park en la República del Congo (ver el mapa).
Según los investigadores, por la forma en que se está esparciendo el Ebola, parece que no hay nada que hacer. La única solución sería vacunarlos con una vacuna que ya existe. El Ebola se encontró por primera vez, en la ciudad de Yambuku, en el año 1976, en la zona que entonces era el Zaire. Desde allí se ha esparcido esporádicamente a diferentes sitios de Africa Central. Por la forma de extenderse, se había pensado que el virus podría ocultarse en algunas especies a las que no afectarían y que actuarían como reservorios. Según la misma teoría, el Ebola habría pasado de allí a los humanos, cuando estos estuvieron en contacto con los monos, o con las posibles especies que actuarían como reservorios.
Pero en la actualidad Peter Walsh y sus colegas del Instituto Max Planck, en Alemania, piensan que no existen especies que actúan de reservorios. En lugar de ello, piensan que Ebola está avanzando por olas, en territorios hasta ahora no estaban infectados.
Por los estudios genéticos se ha observado que el virus causante en cada sucesivo brote, es descendiente de la cepa causante del brote previo, comenzando en línea directa desde Yambuku (ver el mapa). Si el virus ha existido por años en la región, probablemente las variables se han mezclado y no todas tienen el mismo ancestro (Public Library of Science Biology, DOI: 10. 137l/journal.pbio.0O3037l). Según los estudios epidemiológicos, las oleadas se estarían extendiendo a razón de 50 kilómetros por año.
Los epidemiólogos piensan que el Ebola ha estado presente por mucho tiempo en la región, dado que los cálculos indican que se trata de un virus que muta lentamente. Un brote humano producido en el mes de Mayo en la región de Odzala, seguido del hallazgo de muchos monos muertos en Agosto en la misma zona, comprueban que la expansión ha seguido la onda predicha. Todo parece indicar que ahora esta se dirige al este de Odzala, donde está el parque Nouabale-Ndoki, que contiene la mayor población de monos en la región. Allí podría llegar en los próximos tres o cuatro años.
Para impedirlo, se podría iniciar una campaña de vacunación de los monos, con el objeto de salvarlos mientras pasa el brote. El problema es que hasta ahora nadie se ha presentado para financiar el costo de vacunación. Según Walsh, si no se vacuna ahora, ya después será demasiado tarde y los monos estarán muertos.
(New Scientist, noviembre 5, 2005, pág. 8).